Brasilia, Brasil. – (Agencias) De acuerdo con The Washington Post, la crisis sanitaria se ha desbordado en dos de los países mas poblados del mundo. Los hospitales se han quedado sin suministros. Los pacientes se dieron la vuelta y una nueva variante aparece por todos lados.
Pero existe una gran diferencia en la respuesta mundial. En el caso de la India, el registro récord de tasas de infección, hizo responder al mundo. Estados Unidos ha enviado más de 100 millones de dólares en suministros médicos.
A la ayuda se habían sumado ya la Unión Europea, países Latinoamericanos y Rusia. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha declarado que el Reino Unido “hará lo que ´pueda”.
Pero en el caso de Brasil, que ha sido golpeado por altos índices de contagios y muertes de Covid-19, unas 140,000 personas han muerto en los últimos dos meses, la respuesta ha sido silenciosa, según The Washington Post.
En marzo, Jair Bolsonaro pidió ayuda desesperadamente a los organismos internacionales, Por su lado, un grupo de gobernadores pidieron “ayuda humanitaria” a la Organización de Naciones Unidas (ONU).
“Es una carrera contra el tiempo para salvar muchas vidas en Brasil”, dijo el embajador brasileño ante la Unión Europea.
Pero la respuesta ha sido en gran medida un “encogimiento de hombros, críticas a sus erróneas decisiones y medidas limitadas, hasta ahora”, de acuerdo con The Washington Post.
Un miembro del Parlamento Europeo señaló al embajador brasileño que “lo que está sucediendo en Brasil es una tragedia que debería haberse evitado». «Pero esta [es] una tragedia que se basó en decisiones políticas equivocadas».
«En lugar de declarar la guerra contra el coronavirus», dijo otro, «Bolsonaro declaró la guerra contra la ciencia, la medicina, el sentido común y la vida».
Desde el martes, la presidenta del Consejo Europeo, Ursula von der Layen ha publicado tres tuits refiriéndose a la ayuda a la India, de Brasil ha dicho poco.
Las diferencias marcadas en la forma en que la comunidad internacional ha respondido a la crisis sanitaria en la India y Brasil, muestran el efecto de las crecientes luchas diplomáticas de Bolsonaro que han complicado la respuesta de la ayuda al país en la pandemia.
La imagen internacional de Brasil, ha sido socavada por un presidente, según el Washington Post, cuya administración ha insultado a gran parte del mundo en el mismo momento en que Brasil necesitaba la ayuda.
Bolsonaro, un ultraderechista declarado y pro-golpista, ha acusado a los países europeos de colonialismo y desforestación ilegal.
El presidente brasileño compartió ampliamente en las redes un tuit desprestigiando la aparición de la esposa de Emmanuel Macron, presidente de Francia.
Se hizo eco de las afirmaciones de fraude de Trump, y fue el último de los presidentes del mundo en reconocer la victoria de Biden.
Durante meses, miembros de su administración y seguidores han lanzado ataques racistas contra China y se han burlado de su vacuna. El martes, el ministro de Finanzas acusó a China de haber “inventado el virus”.
A partir del inicio de la pandemia, el presidente Bolsonaro y su administración han restado importancia a la gravedad del virus que ha quebrado a este país de más de 210 millones de habitantes.
Más de 400,000 brasileños han muerto a causa del Covid-19. El peor desastre humanitario en la historia de la nación sudamericana, el segundo en el mundo por muertes de coronavirus, solo atrás de Estados Unidos.
Actualmente, Brasil sigue sumido en los días más mortíferos del brote, se registraron 3,001 muertes en un solo día el pasado jueves.
Un país donde hace relativamente poco tiempo se enorgullecía de ser amigo de casi todo el mundo, hoy se encuentra sin ninguno.
«El mundo entero está tratando de ayudar a la India», dijo Mauricio Santoro, politólogo de la Universidad Estatal de Río de Janeiro. «Pero Bolsonaro se ha convertido en un problema internacional tal que nadie le ayudará. Nadie está hablando de darle mucha ayuda a Brasil».
Un portavoz del Departamento de Estado, respondiendo al cuestionamiento del por qué Estados Unidos no se estaba moviendo para ayudar a Brasil, proporcionó una lista de la ayuda que se ha enviado a Brasil.
La ayuda, principalmente en la primavera pasada antes del peor brote del país, ascendió a 20 millones de dólares en asistencia gubernamental.
El portavoz también señaló 70 millones de dólares en ayuda al “sector privado”. La ayuda enviada, principalmente por la administración Trump, incluyó 1,000 respiradores y 2 millones de píldoras de hidroxicloroquina.
Alemania envió respiradores después de que el sistema sanitario de Manaos colapsó. La Organización Mundial de la Salud (OMS) a comenzado a enviar vacunas a través de un programa que pretende luchar contra la desigualdad mundial en el reparto de las vacunas (Covax).
La Unión Europea ha concedido unos 28 millones de dólares en subvenciones desde el inicio de la pandemia, de acuerdo con un portavoz del comunitario.
En respuesta a la solicitud de ayuda de marzo, envió “80,000 unidades de medicamentos de vital importancia» a Brasil.
Pero la falta de más asistencia internacional, incluso mucha expresión de solidaridad, durante los meses de mayor desesperación, confirmaron los temores de los brasileños de que el país pagaría un precio por las actitudes y decisiones del presidente Bolsonaro y su desprecio por las medidas aceptadas en el mundo.