«Gracias al miedo he conocido al carcelero exhausto del cielo, al jardinero que siembra con cenizas una vida dentro de otra vida, a la alegría de aquel que nadie ve y al que siempre vence a pesar de haber perdido. Incluso a veces el miedo me susurra al oído algo terrible, que me ha salvado hasta de ser yo mismo»
De los diarios de Franz Frichard