Estocolmo, Suecia. – (Agencias) Tras el triunfo electoral de las pasadas elecciones en Suecia de la coalición de derechas y extrema derecha, parece que no será un primer ministro del Partido Demócratas de Suecia, quien fue el gran ganador. Se le ha pedido al derechista Partido Moderado, quien quedó en tercero, que intentará la formación de un gobierno con los liberales y democristianos.
En las pasadas elecciones del 11 de septiembre, la coalición de cuatro partidos de derecha y uno de extrema derecha obtuvo 176 escaños, mientras que la coalición de centroizquierda, que incluye a los socialdemócratas gobernantes, obtuvo 173 escaños. Andreas Norlén, el presidente del Parlamento de Suecia, de 349 escaños, el Riksdagen, ha pedido a Ulf Kristersson, el líder de los moderados, que busque la formación del nuevo gobierno.
Norlén, quien ha mantenido conversaciones con todos los líderes de los partidos sobre quién podría tratar de formar una coalición de gobierno, dijo que no había nombrado una fecha para la cual Kristersson debería regresar con una respuesta porque eso podría llevar tiempo. Por su parte, Kristersson dijo a los periodistas después de reunirse con Norlén.”mi mensaje al orador ha sido que todo va bien”. “Quiero formar un gobierno que una, no que divida”.
El líder de los Demócratas de Suecia, Jimmie Åkesson, dijo después de reunirse con Norlén el lunes que «le convendría a Suecia tener un gobierno de mayoría. Esa es mi opinión».
Sin embargo, el papel de la extrema derecha sueca de los Demócratas de Suecia, que por primera vez desbancó a la derecha moderada en las elecciones del pasado 11 de septiembre, no está definido. Según explicó Göran von Sydow, del Instituto Sueco de Estudios de Política Europea, «(Incluso) si dan apoyo parlamentario fuera del gobierno, eso les dará un poder de veto bastante importante sobre las políticas que lleve a cabo el gobierno».
El Partido Demócratas de Suecia, con negacionistas del cambio climático y promotores de políticas antinmigrantes, quedó tan solo debajo del Partido Socialdemócrata de la aún primera ministra Magdalena Andersson. Por lo que se espera que traten de borrar toda huella socialista no solo a nivel nacional sino también europeo.
«Son un partido euroescéptico, lo que significa que son reacios a que cualquier otro asunto pase a formar parte de la toma de decisiones europea cuando se considera que es mejor tratarlo a nivel nacional. Pero, también en los grandes temas a los que nos enfrentamos -como el clima, el medio ambiente- son quizás menos ambiciosos. Se han mostrado menos firmes cuando se trata de cuestiones de Estado de Derecho (…), y son muy escépticos a la hora de dar más espacio a la política social y ese tipo de cuestiones a nivel europeo», ha detallado von Sydow.
La pregunta ahora es qué coalición puede alcanzar la mayoría. Uno de los partidos grandes de centroderecha, Partido Democristianos ha dicho que no quiere estar en una coalición con los Demócratas de Suecia de extrema derecha, un partido fundado en la década de 1980 y actualmente el segundo más grande en el parlamento.
Hay consenso entre todos los partidos sobre la entrada de Suecia en la OTAN y su apoyo a la postura europea respecto a Rusia y la guerra en Ucrania. Pero Suecia, que ostentará la presidencia rotatoria del consejo de la UE a partir de enero, podría pasar a ser uno más de los cada vez más numerosos gobiernos europeos influidos por la extrema derecha.
