Hace unos días leí un libro muy emotivo, la historia era sobre una señora llamada Charlotte, tenía una pequeña librería donde acudían pocos clientes, vendía libros de segunda mano a precio económico, algo distintivo de la dama es que no vendía libros por vender sino se involucraba en el diálogo con los clientes para conocerlos y poderles recomendar obras con base a la personalidad.
La señora había soñado que su librería fuera tan distinguida como la librería Shakespeare and Company, pero era ella era una persona como de 80 años, su librería la había fundado en los años posteriores a la 2 Guerra Mundial, en ese tiempo las personas estaban deseosas de leer buenas historias.
La señora Charlotte era amante de la poesía de Heine y de Pablo Neruda, tenía la cualidad de seleccionar el libro ideal que ayudaba a transformar la vida de las personas, prueba de ello era la buena correspondencia que tenía con diferentes clientes, que en su mayoría le escribían para agradecerle las sugerencias literarias.
No obstante, un día de buenas a primeras la señora librera desaparece sin dejar rastro más que una nota donde decía que dejaba su librería en manos de su sobrina Valerie, ella era una jovencilla de como 19 años, estudiaba y tenía un novio un tanto materialista y posesivo. La historia se desenvuelve en el enfrentamiento de la joven a la responsabilidad de administrar una librería que no tiene bueno números financieros, además la chica no tiene conocimiento sobre el universo de los libros. Sin embargo, tendrá que poner a prueba su capacidad para mantener viva la librería de su tía.
Valerie aprenderá el arte de dirigir una librería vieja, debido a su juventud empieza a darle otra cara a los libros, investiga cuales son los libros más vendidos, cambia la iluminación, busca hacer negocios con la finalidad de ganar clientes, además que en ese momento un joven lector hará sus momentos más interesantes.
La situación tuvo contrastes porque debido a su responsabilidad de invertir tiempo en su trabajo, la chica pierde su noviazgo. Durante su estancia en la librería fue descubriendo secretos y cartas que su tía coleccionaba de antiguos amoríos, entre ellos el romance con un importante artista, a raíz de eso empezó a ver la librería con otros ojos, y se interesó más en la correspondencia con las personas.
La librería le permitió a la jovencita madurar y cultivar el hábito de la lectura, con el tiempo leyó a Kafka, Italo Calvino, Fernando Pessoa, entre otros. Era romántico ver como leía a luz de las farolas y en sus ojos tenía toda la nostalgia del mundo, No se debe de olvidar que cada lector tiene un amor muy personal por los libros.
Con los días descubrió que a la librería acudía una rata que, hacia sus días menos solitarios, en vez de asustarse lo tomo con humor e incluso le ponía leche para que se alimentará la roedora. Poco a poco la librería Ringelnatz & Co. Fue ganando clientes y la chica agarrando experiencia en el mundo de los libros, y con el paso del tiempo recibe noticias de su tía, ya que le llega una postal de ella desde Portugal, sin embargo, ya se encontraba más tranquila porque había aprendido a disfrutar la lectura. “El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma”.
Los libros le proporcionaron a la jovencita valorar el interior de sus sentimientos, a disfrutar la vida con otros ojos sentimientos a lo habitual, habría libros en cualquier página y se ponía a leer, ahí estaba el encanto literario. No obstante, el tiempo se fue volando y le llego una carta de su Universidad donde se le informaba que había sido dada de baja del plantel, fue una noticia fría y le puso de mal humor que le salieron lágrimas.
La vida en la librería le cambio por completo su forma de pensar, había descubierto que los libros, aunque no se vean bonitos por dentro encierran secretos y esconden cofres de tesoros. Una librería con magia, de Thomas Montasser. Es un libro maravilloso que te permite conocer el brillante mundo de las pequeñas librerías. Es una obra traducida por María Dolores Ábalos, editado por MAEVA y consta de 150 páginas.
El escritor Borges imaginaba al paraíso con una hermosa biblioteca, me parece que las personas que disfrutan la lectura saben que el valor de un buen libro reside en su historia, cada pueblo tiene sus propias historias y en lo personal recomiendo que hagamos del mundo una mejor historia y que está venga acompañada de mejores libros.
