Washington, D.C. – (Agencias) En un seguimiento a la lucha emprendida por la administración del presidente Joe Biden contra la viruela del mono, a 100 días de su primera aparición en Europa, las criticas como los contagios crecieron de manera exponencial en Estados Unidos, según el diario estadounidense The Washington Post.
Tras un aluvión de críticas públicas a la respuesta de la administración Biden al brote de viruela del mono, que se extendió por todo el país este verano, los principales funcionarios de salud de la nación creyeron finalmente tener la solución para callarlas: extenderían la única vacuna en existencia aprobada por la Administración de Alimentos y Drogas (FDA), dividiendo la dosis de dos inyecciones para atender cinco veces más personas.
Admitiendo que, después de que altos funcionarios de la administración Biden la garantizaran, Estados Unidos no tiene suficientes vacunas para cada uno, un riego americano después de todo escribe The Washington Post.
Pero, en lugar de haber solucionado el problema, lo hicieron más grande. Los funcionarios de Salud y Servicios Humanos finalmente anunciaron su plan el pasado 4 de agosto. Sin embargo, a los pocos días del anuncio, el director ejecutivo de Bavarian Nordic, Paul Chaplin, el fabricante de la única vacuna, llamó a un alto funcionario de salud de Estados Unidos para acusar a la administración Biden de incumplimiento de contratos con su empresa al planear dividir la dosis sin haber sido aprobada por ellos.
Pero no quedó ahí. De acuerdo con dos personas familiarizadas con el episodio citadas por The Washington Post, Chaplin amenazó con cancelar todos los envíos futuros de vacunas a los Estados Unidos, poniendo en duda toda la estrategia de la administración contra la viruela del mono. “La gente pide vacunas contra la viruela del simio y acabamos de enojar al único fabricante”, dijo un funcionario que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a comentar nada del asunto.
Sin embargo, el choque con Bavarian Nordic, del que no se había informado nada, es solo un eslabón de una respuesta a la viruela del mono plagada de guerras territoriales, sorpresas continuas y mensajes confusos, con funcionarios clave que con frecuencia se encuentran fuera de sincronía mientras compiten por ponerse al día en una crisis que avanza rápidamente cada día
Desde hace dos meses, la administración Biden enfrenta titulares que señalan su incapacidad para ordenar suficientes vacunas, acelerar los tratamientos y poner a disposición las pruebas suficientes para evitar un brote que creció de un caso en Massachusetts el pasado 17 de mayo, a 12,600 esta semana, con una afectación a hombres homosexuales y bisexuales abrumadoramente. A 100 días de la aparición del virus por primera vez en Europa, Estados Unidos es el país con más casos, y los expertos de salud han advertido que el virus del mono está a punto de arraigarse en el país.
Scott Gottleib, quien dirigió la FDA en la administración de Donald Trump y ha asesorado a la administración Biden sobre la respuesta a brotes de salud pública, dijo en el programa “Face the Nation” de la cadena CBS la semana pasada, “creo que existe la posibilidad de volver a poner esto bajo control, pero va a ser muy difícil en este momento”.
En entrevistas con más de 40 funcionarios que trabajan directamente en la respuesta a la viruela del mono, asesores externos, expertos en salud pública y pacientes mostraron que, a pesar de los esfuerzos por aprender de los fracasos de la pandemia de coronavirus en el país, el gobierno tuvo problemas para satisfacer la demanda de pruebas, vacunas y tratamientos.
El hecho de no reconocer que el virus se estaba propagando de manera diferente y más agresiva y una burocracia lenta dejó a cientos de miles de hombres homosexuales enfrentando está enfermedad que hasta en momento no ha provocado muertes en Estados Unidos, pero causa lesiones dolorosas que algunos han descrito como ser perforado por fragmentos de vidrio a la hora del ir al baño. Los expertos temen una circulación más amplia de un virus que puede infectar a cualquiera en un contacto cercano.
Según los funcionarios de la administración Biden, la respuesta del gobierno está en un punto de inflexión, al crearse este mes un equipo de la Casa Blanca encargado de la respuesta a la viruela del mono, al declararse la emergencia de salud pública y el nuevo plan de vacunas para abordar la creciente demanda de inyecciones.
Bob Fenton, el coordinador nacional de la lucha contra la viruela del mono recién instalado, dijo que “el presidente me pidió que viniera aquí e hiciera esto”, y agregó que su objetivo es “controlar, contener, eliminar la viruela del simio aquí en los Estados Unidos y hacerlo de manera acelerada”.
Las próximas semanas serán claves para saber si la administración ha superado sus problemas iniciales, o si se perdió demasiado tiempo desde que el virus se apoderó de los Estados Unidos bajo un presidente que había prometido prevenir pandemias.
