West Midlands, Inglaterra. – (Agencias) La malvada madrastra Emma Tustin, que asesino a Arthur Labinjo-Hughes, su hijastro de 6 años, fue envenenada por sus compañeras de celda en venganza.
La madrastra, de 32 años, fue condenada a cárcel de por vida, con un mínimo de 29 años, por un tribunal de Coventry, West Midland, en Inglaterra.
El padre de Arthur, Thomas Hughes, de 29 años, también se encuentra en la cárcel condenado a 21 años por homicidio involuntario.
Elaine Pritchard, su compañera de celda durante seis semanas en la prisión de Eastwood Park, dijo a The Sunday Mirror, que los presos envenenaron a Tustin con sal en su comida, durante algún tiempo, «dándole un poco de su propia medicina» una vez que se enteraron del terrible maltrato y asesinato de Arthur.
El niño había sido torturado y envenenado con sal. antes de que la monstruosa madrastra estrellara su cabeza contra algo sólido, causándole la muerte.
Horas antes de su muerte, de acuerdo con el dictamen del médico forense, Arthur había ingerido 34 gramos de sal, equivalentes a 6 cucharas soperas.
Se encontraba tan débil, que en un video se puede observar cómo arrastra sin fuerzas su cobija al levantarse del suelo, donde lo dejaban para que durmiera. Fue incapaz de defenderse.
Por eso, de acuerdo con la declaración de Pritchard, reveló que las prisioneras le dieron un poco de sus “propio chocolate”.
«Algunas de las cosas que hicimos fueron crueles, pero ella fue más cruel con Arthur, así que se lo merecía», dijo a The Mirror.
También, dijo que Tustin les había mentido a las presas al decirles que se encontraba en las prisión por culpa del su esposo Thomas, que “había descuidado a su hijo”.
«Emma no había dicho nada sobre la muerte de Arthur. Nunca lo mencionó».
Pritchard dijo que Tustin sentía “lástima consigo misma” pero que “se reía y bromeaba mientras hablaba por teléfono, a pesar de enfrentar un juicio por torturar a un niño.
«Un día regresó de una audiencia de declaración de culpabilidad y se encontraba muy molesta, así que le pregunté: ‘¿Qué pasa?’
“Ella dijo, ‘Él no me miró, Tom nunca me miró’. Esa fue la única vez que la vi molesta por algo «., dijo Pritchard.
La compañera, que se encontraba encarcelada por el delito de agresión y daños, dijo que se enteró del repugnante crimen cuando encontró la documentación del caso en su celda. Pritchard explicó: “tuvimos una pelea, era yo más poderosa que ella”.
“Me enoje mucho porque leí que él [Arthur] tenía 130 hematomas y le pregunte como es que no se había dado cuenta cuando lo bañaba”.
“Ella dijo que solo le daba una toalla. Apreté el timbre y le dije que si los oficiales de la prisión no la sacaban, me quedaría allí por mucho tiempo».
Tustin fue trasladada a una celda en solitario por seguridad, antes de que otra presa más se diera cuenta de que ella había envenenado cruelmente a su hijastro.
Durante el juicio, el tribunal escuchó que Tustin había intentado suicidarse tomando una sobredosis de barbitúricos y que, también, había intentado ahorcarse en su celda para evitar enfrentar el castigo por el asesinato de Arthur.
Su abogada, Mary Prior QC, la describió como de «alto riesgo de suicidio» y agregó que se había visto «obligada a interrumpir un embarazo».
Tustin estaba embarazada del bebé de Hughes cuando asesino violentamente a Arthur y se sometió a un aborto bajo custodia a las 21 semanas.
