Internacional

La violencia de las pandillas envuelve a Puerto Príncipe

Haití ha sido escenario de desastres naturales, violencia e inestabilidad política durante décadas, pero en los últimos meses, el país se ha sumido aún más en el caos socioeconómico y político, mientas las pandillas llevan una guerra por sus territorios

Puerto Príncipe, Haití. – (Agencias) La violencia de las pandillas en la capital de Haití, Puerto Príncipe, se ha extendido desde los barrios marginales hasta el centro de la ciudad en medio de la repartición de la ciudad de unas 200 pandillas. La capital ha sido tomada por las pandillas, que han impuesto su ley.

Jean Michel, un trabajador de la construcción, pensó que en su vecindario al norte de Port-au-Prince, lejos de los barrios marginales de la capital, podría proteger a su familia. Sin embargo, en mayo pasado, comenzaron a llegar jóvenes en motocicletas armados con rifles a esa zona. En junio, estaban tomando el control del barrio. Y en julio, los pandilleros se habían convertido en la autoridad de facto. Llevándose a niños para unirlos a sus pandillas y violando a cualquier mujer que se les antojara. “Ahora toman lo que quieren”, dijo Michel, quien huyó de su casa con su esposa y sus dos hijos una vez que las pandillas tomaron el control. “No tienen miedo y no tienen piedad”.

Haití ha sido escenario de desastres naturales, violencia e inestabilidad política durante décadas, pero en los últimos meses, el país se ha sumido aún más en el caos socioeconómico y político, mientas las pandillas llevan una guerra por sus territorios. Cité Soleil, un lugar sin ley para muchas pandillas de la capital ha sido un punto rojo. De acuerdo con la ONU, en 10 días entre el 8 y 17 de julio, 209 personas fueron asesinadas como resultado de la lucha entre las pandillas G9 y G-Pép por el extenso territorio, con ametralladoras y machetes. Ahora la violencia se ha extendido por toda la ciudad, llegando a lugares que alguna vez fueron pacíficas desplazando a miles de familias.

“Sé que esto es Haití y he oído hablar de los problemas de seguridad en otros lugares como Cité Soleil. Pero mi barrio era tranquilo. Nunca pensé que algún día las pandillas me obligarían a salir de mi casa”, dijo Michel, quien pidió no usar su nombre real por temor a represalias.

Las pandillas se han adentrado a la zona donde se encuentra la administración del Gobierno del país, ante la inferioridad de las fuerzas del orden. Tiroteos y enfrentamientos han estallado en las calles aledañas al Palacio Presidencial. De acuerdo con los observadores de la ONU, las atrocidades cometidas y las violaciones a los derechos humanos se han vuelto no solo más frecuentes sino más brutales, a medida que las pandillas se vuelven más despiadadas por expandir su territorio.  

Se estima que unas 200 pandillas fuertemente armadas se están repartiendo la capital, dejando muchas áreas que eran relativamente seguras envueltas en una guerra callejera. La mayoría de los muertos son civiles inocentes atrapados en fuego cruzado o deliberadamente atacados por pandilleros. Según un informe de la ONU publicado el mes pasado, en la reciente ola de violencia, mujeres y niños de tan solo un año han sido asesinados y su cuerpos quemados.

Adolescentes acusados ​​de espiar para bandas rivales han sido fusilados en ejecuciones públicas y mujeres jóvenes y niñas han sido violadas como forma de guerra. Miles de familias como la de Michel ahora viven lejos de sus hogares o se refugian en campamentos improvisados ​​establecidos por ONG como Mercy Corps. “Mis hijos tienen ocho y 12 años. Mi mayor temor era que fueran reclutados por las pandillas”, dijo. La pandilla 5 Seconds, que tomó el control de la corte suprema del país en junio, entrena cada vez más a menores en el uso de armas de uso militar, informan los observadores.

La violencia que se extiende por Puerto Príncipe está exacerbando una crisis humanitaria ya desesperada, dice Annalisa Constanzo, que fue enviada a la ciudad por la fundación AVSI para gestionar los programas de ayuda alimentaria y médica. Se estima que 1 millón de personas en la capital pasan hambre debido a las consecuencias del conflicto y la atención médica básica a menudo no está disponible.

En las últimas semanas han estallado violentas protestas, inducidas por las pandillas, debido a que el aumento de los precios de los alimentos y la escasez de gasolina han agravado la miseria y la creciente inseguridad.