Washington, D.C. – (Agencias) El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, continúa enviando mensajes alarmistas sobre la supuesta invasión rusa a Ucrania, al grado tal que su protegido, el presidente de Urania Volodímir Zelenky, le ha pedido a occidente que detenga el alarmismo sobre el conflicto.
Biden dijo el día de ayer que “las cosas podrían volverse locas rápidamente” en Ucrania y aconsejó de nueva cuenta a los estadounidenses en Ucrania a abandonar el país, mientas el secretario de Defensa del Reino Unido viajaba a Moscú, en lo que se considera la última ronda diplomática entre ambos países.
En una entrevista televisada con la agencia de noticias norteamericana NBC News, Biden dijo que “los ciudadanos estadounidenses deberían irse, deberían irse ahora”. “Estamos lidiando con uno de los ejércitos más grandes del mundo. Esta es una situación muy diferente y las cosas podrían volverse locas rápidamente”.
Por otro lado, antes de lo que pudiera ser el último encuentro diplomático entre el Reino Unido y Rusia, el secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, se reunió en Moscú con la Ministra de Exteriores, Liz Truss, después de que está última tuviera una fría reunión con el secretario de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, quien la calificó como una reunión de “mudos y sordos”. De acuerdo con el diario inglés The Guardian, posteriormente Wallace se reunirá con su homólogo Sergei Shoigu, a quien, según con las fuentes, le dirá que la invasión a Ucrania es “perder-perder”.
Mientras estas conversaciones suceden, las relaciones entre Rusia y Ucrania continuaban deteriorándose. El jueves, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania acusaba a Rusia de mostrar de manera flagrante el “desprecio por las normas y principios del derecho internacional” al programar pruebas de misiles en el Mar Negro que, según Kiev, dificultarán la navegación marítima ahí y en el Mar de Azov. Rusia acaba de comenzar 10 días de ejercicios conjuntos con las fuerzas bielorrusas.
Ese mismo día por la noche, los representantes de ambas naciones reunidas en Berlín, dijeron que no se había logrado ningún avance en una jornada de conversaciones, con la presencia como moderadores de representantes de Francia y Alemania, para poner fin a un conflicto separatista que lleva ya ocho años al este de Ucrania.
Dmitry Kozak, enviado ruso, dijo que no había sido posible “superar” las diferentes interpretaciones de Rusia y Ucrania con respecto al acuerdo de Minsk de 2015, cuyo objetivo es poner fin a los enfrentamientos entre los separatistas apoyados por Rusia y las fuerzas gubernamentales de Ucrania.
Por su parte, Andriy Yermak, su homólogo ucraniano, dijo que ambas partes acordaron seguir platicando. “Espero que nos volvamos a encontrar muy pronto y continuemos estas negociaciones. Todos están decididos a lograr un resultado”, dijo. El conflicto de Donbas, conocido así los dos conflictos en las regiones separatistas de Donetsk y Luhansk, hierve a fuego lento a pesar de un alto el fuego teórico.
Algunos de los analistas militares creen que Moscú tiene ya los elementos casi listos si Putin quisiera invadir. Ha concentrado más de 135.000 soldados en las dos fronteras con Ucrania, tanto en Rusia como en Bielorrusia.
Biden reiteró, en la entrevista, que en ninguna circunstancia enviaría tropas estadounidenses a Ucrania, ni siquiera para rescatar a estadounidenses en caso de una invasión rusa. “Eso es una guerra mundial. Cuando los estadounidenses y los rusos comienzan a dispararse unos a otros, estamos en un mundo muy diferente”, dijo.
“Lo que espero es que si [el presidente ruso, Vladimir Putin] es lo suficientemente tonto como para entrar, es lo suficientemente inteligente como para no hacer nada que impacte negativamente a los ciudadanos estadounidenses”.