Londres, Inglaterra. – (Agencias) El jueves a las 6 de la mañana pescadores franceses pidieron a las autoridades francesas el bloqueo de la isla de Jersey, una de las islas anglorromanas, también conocida como las Islas del Canal, en represalia por la prohibición a 17 buques de pesca franceses.
En una acción sorprendente, en la anoche el primer ministro británico Boris Johnson ordenó a dos buques de guerra que se dirijan a la isla, con el fin de evitar la acción anunciada.
Las Islas Anglorromanas son un grupo de islas en el Canal de la Mancha que pertenecen a la Corona británica, pero no forman parte del Reino Unido (ni formaban parte de la Unión Europea).
Administrativamente están separados en dos jurisdicciones (bailiwicks): Jersey y Guernsey. Su superficie total es de unos 195 km², y tiene unos 150,000 habitantes.
Johnson envió los buques de guerra después de conversaciones con el primer ministro de Jersey, John Le Fondré, sobre la amenaza de los pescadores franceses.
Por su parte, la ministra francesa de Marina, Annick Girardin, dijo que Francia podría cortar el suministro eléctrico a Jersey en represalia por la prohibición de pescar en esas aguas a los barcos franceses. La electricidad llega a la isla desde territorio francés.
Una crisis ligada al Brexit
La crisis ha estallado como resultado de los cambios causados por el Brexit. Aunque las islas anglorromanas no formaban parte de la Unión Europea, los pescadores de las zonas francesas cercanas pescaban libremente en sus aguas territoriales.
Después del Brexit, y dependiendo de los acuerdos entre la Unión Europea y el Reino Unido, los buques deben demostrar que tradicionalmente pescaban en aguas británicas para seguir pescando durante el período de transición.
El viernes pasado, Jersey publicó una lista de buques pesqueros autorizados. De los buques que habían presentado los documentos, 41 fueron aprobados, pero a 17 se les negó el derecho a hacerlo. Esta negativa ha sido la causa de las amenazas de los pescadores franceses.
La crisis, sin embargo, va más allá. El gobierno británico ha considerado la amenaza de cortar el suministro de electricidad como una acción «casi cautelosa»(sic).
Y dijo que se está apuntando a la creciente tensión entre la Unión Europea y el Reino Unido después del Brexit.