París, Francia. – (Agencias) El cuerpo de una niña de 12 años fue encontrado dentro de una maleta cerca de su casa, al noroeste de París, el viernes pasado, lo que ha estremecido a la sociedad parisiense y al país entero. La víctima, cuyo nombre es Lola Daviet, se cree que fue violada y torturada antes de ser asesinada.
El lunes, dos personas sin hogar, una mujer de 24 años, identificada como Dahbia B. originaria de Argelia, y un hombre de 43, cuyo nombre no se ha dado a conocer, comparecieron ante un juez en París en calidad de sospechosos, no se han dado más detalles. Así mismo, se informó que otras dos personas están siendo interrogadas por la policía parisina con respecto al caso, que permanece abierto.
La policía acusó a Dahbia bajo los delitos de “violación cometida con actos de tortura y barbarie” y el “ocultamiento de un cadáver”, permaneciendo en prisión, junto con el hombre de 43 años que también fue imputado. Los otros dos fueron puestos en libertad.
La maleta fue descubierta en un bloque de departamentos no lejos del edificio donde vivían sus padres, Delphine y Johan, que eran los cuidadores del edificio, en el Distrito 19. El viernes en la noche, un hombre sin hogar dio con el macabro hallazgo. La autopsia realizada el sábado encontró heridas en la garganta de la niña, había sido asfixiada, según informó el Ministerio Público.
El padre dijo que la niña desapareció a corta distancia del conjunto de apartamentos, poco después de salir de la escuela. Nunca llegó a casa.
De inmediato dio inicia la investigación y las cámaras de videovigilancia del edificio revelan que Lola sí había regresado, en torno a las 15:00 horas. Pero Lola no estaba sola, sino con una veinteañera desconocida a la que más tarde se ve salir del barrio visiblemente alterada y tratando de mover una pesada maleta. De acuerdo con las pesquisas, Dahbia llevó al sótano del edificio a Lola donde fue violada, torturada y asesinada. Las imágenes circularon por redes sociales.
La policía dijo que Dahbia se estaba quedando con su hermana mayor, de 26 años, que vivía en el mismo edificio de la niña asesinada y sus padres. Se cree que el segundo sospechoso. el hombre de 43 años, fue el chofer de un vehículo en el que trasportaron el cuerpo.
Gracias a testimonios de transeúntes, la policía logró encontrar a la sospechosa en un suburbio de París, pero no cooperaba. Su estado de alteración hizo imposible una declaración. Su nombre no estaba en los archivos, su expediente estaba limpio. Según los informes, Dahbia estaba desempleado, vivía en la calle y sufría “desordenes psiquiátricos”.
La cadena BFMTV, informó de un hallazgo que generó suspicacias: el cuerpo de la niña tenía marcados el 1 y el 0. Sin embargo, la policía minimizó el hecho y dijo a la prensa que no estaban seguros de su importancia, pero que parecía que no era motivo del asesinato.
Las investigaciones descartan uno de los rumores que con más fuerza se ha difundido en las últimas horas: que podría tratarse de un caso de tráfico de órganos. Lo que sí ocupa a las autoridades responsables de esclarecer los hechos, es si se trata de un crimen impulsivo o premeditado, si la asesina conocía a la víctima; si acaso la víctima podría haber sido cualquier otro menor.
Este domingo, frente al 119 de rue Manin, donde vivía Lola, decenas de anónimos dejaron ramos de flores. Existe intranquilidad en el barrio y entre los padres ante la posibilidad de que no se trate de un hecho aislado. No lejos de allí, este sábado por la tarde desapareció también una niña de 11 años. A las pocas horas fue encontrada en perfecto estado. Había escapado de sus padres.
