Internacional

Masacre en la RDC, hay al menos 300 muertos

“Los informes dicen que algunos fueron asesinados en sus casas, otros en una iglesia donde habían buscado refugio y algunos murieron huyendo de las hostilidades”, dijo el viernes la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU

Kinshasa, República Popular del Congo. – (Agencias) De acuerdo con las autoridades de la República Democrática del Congo (RDC), casi 300 personas fueron masacradas la semana pasada tras el ataque de los rebeldes a una aldea en el este del país, elevando drásticamente el número de una primera estimación de 50 personas a medida que se intensificaron los combates en esa zona del país.

La masacre se llevó a cabo en la aldea de Kishishe, en la provincia de Kivu del Norte, por miembros de la milicia rebelde M23, quien ha negado la autoría de los ataques. El M23 está formado por congoleños de la tribu tutsi, de triste recuerdo de la carnicería por parte de los hutu en Ruanda. El grupo está presente en toda la región de los Grandes Lagos, de acuerdo con la ONG International Crisis Group, con sede en Bruselas.

Milicianos del M23

Los grupos rebeldes han existido desde la fundación de la República Democrática del Congo, de clara tendencia socialista, apoyados por la Estados Unidos. Sin embargo, habían permanecido prácticamente inactivos, hasta que resurgió el año pasado contra el gobierno de Kinshasa.

“Hemos visto alrededor de 300 muertes” en el área, dijo Julien Paluku, ex gobernador de Kivu del Norte, en una rueda de prensa en la capital el lunes, según informó Agence France-Presse . Paluku y el portavoz del gobierno, Patrick Muyaya, informaron a los periodistas sobre los nuevos detalles de las víctimas, apoyándose de los grupos de la sociedad civil y grupos comunitarios.

Julien Paluku

De acuerdo con los informes de estos grupos, incluido uno de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, las masacres ocurrieron entre el 28 y el 30 de noviembre, durante y después de los enfrentamientos entre el M23 y otros grupos armados, por el control de la región.

“Los informes dicen que algunos fueron asesinados en sus casas, otros en una iglesia donde habían buscado refugio y algunos murieron huyendo de las hostilidades”, dijo el viernes la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Marta Hurtado, en un comunicado. “Tememos que el número de víctimas civiles sea mayor, ya que aún se desconoce el paradero de decenas de personas”.

Marta Hurtado

Menos de una semana después de que acordaran un alto el fuego inmediato en la parte oriental de la República Democrática del Congo los líderes africanos, emitiendo una declaración conjunta después de las conversaciones en la capital de Angola, Luanda, se llevó a cabo la masacre.

Ruanda ha sido acusada de respaldar al grupo rebelde M23 tanto por el gobierno central de la República Democrática del Congo, como por la ONU. El gobierno de Ruanda ha negado esa acusación. Por su parte, el líder de la Asamblea Nacional de la RDC, Patrick Muyaya Katembwe, publicó en Twitter que la RDC planea presentar una solicitud a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue la matanza. El organismo no ha emitido ninguna declaración.

“Denunciamos estos actos atroces y hacemos un llamado a todas las autoridades competentes para que investiguen sin demora y lleven a los perpetradores ante la justicia”, publicó en Twitter la Misión de Estabilización de la ONU en la República Democrática del Congo la semana pasada. “Estas acusaciones, si se confirman, constituirían crímenes bajo el derecho internacional humanitario”.