Bérgamo, Italia. – (Agencias) Esta ciudad fue el primer epicentro fuera de Wuhan, en China, de la primera ola de la pandemia de coronavirus.
Aquí se honra, con un memorial vívido y muy significativo, a los muertos por el Covid-19: una arboleda, que genera oxígeno, en un parque frente al hospital, donde muchos murieron incapaces de respirar.
Como Bérgamo, al norte de Italia, cientos de ciudades y países en todo el mundo han construido un memorial a los 5 millones de muertos por la peor pandemia jamás recordada en la historia de la humanidad, de acuerdo con Collen Barry, de Associated Press (AP).
Algunos han salido de la creación de un escultor encargado para eso o de grupos cívicos, otros han nacido espontáneos fruto del dolor y frustración. Sin embargo, la tarea de crear memoriales colectivos u oficiales es complicada, ya que aún la pandemia no ha sido derrotada y siguen sumándose las muertes.
Banderas conmemorativas, cintas de colores, corazones, y otros objetos han remplazado a las víctimas del mortal virus, representando vidas perdidas en llamativos monumentos desde Londres hasta Washington, desde Brasil hasta Sudamérica.
El impacto colectivo de las 200,000 banderas blancas que llenan el National Mall, en la capital de los Estados Unidos, fue literalmente impresionante. Representan a los más de 750,000 estadounidenses muertos por la pandemia. El número más alto del mundo.
Una conmovedora escena plasmada en una fotografía, muestra a una niña de 6 años, Izzy, derrumbada al encontrar la bandera de su “papá”, su abuelo Carey Alexander Washington, de 80 años, que fue vacunado y contrajo el virus mientras trabajaba como psicólogo clínico en marzo pasado.
“Familias como la mía, todavía estamos de duelo”, dijo Tanya, la hija de Washington, quien viajó desde Atlanta para ver el monumento.
“Era importante presenciar ese homenaje que se les estaba dando. Le dio voz a todos nuestros seres queridos que se han perdido «.
En Londres, un muro a lo largo del rio Támesis lleno de corazones rojos y rosas pintados por los familiares honra a los muertos por la pandemia. Tan solo caminar sin leer los nombres, consume unos nueve minutos.
Los corazones representan a los más de 140,000 británicos muertos por Covid-19, la segunda cifra más alta en Europa después de Rusia. Como en el resto del mundo, las cifras no oficiales son muchos más.
En Brasil, el segundo lugar en el mundo en muertos por Covid después de Estados Unidos, en una acción de un día cargada de emoción, los familiares de las víctimas colocaron miles de banderas blancas frente al Congreso, destinado a crear conciencia de lo grave de la pandemia.
En Sudáfrica, en la iglesia presbiteriana de St. James en Bedford Gardens, al este de Johannesburgo, cintas azules y blancas atadas a la cerca rodean el edificio en recuerdo de los más de 89,000 muertos por el virus. Cada cinta azul cuenta por cinco, una blanca por uno.
En San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, se erigió un monumento de bronce llamado “El Ángel triste”, frente a la escuela de medicina en homenaje a docenas de médicos y trabajadores de la salud que murieron por la pandemia.
La escultura de un ángel con los hombros caídos y la cabeza colgando desconsoladamente es especialmente conmovedora porque su creador, Roman Shustrov, murió a causa del virus en mayo de 2020, escribe Barry.
Italia no ha dedicado un monumento a sus más de 132,000 muertos por Covid-19, pero ha dedicado un día oficial como recuerdo de las víctimas.
Con la presencia del primer ministro Mario Draghi, se plantaron los primeros árboles en el Trucca Park en Bérgamo en marzo pasado.
Se cumplía el primer aniversario de aquellas imágenes imborrables de los camiones militares transportando cadáveres de otras ciudades para su incineración, después de que la morgue de la ciudad fuera desbordada.
