Ciudad de México. – (Agencias) A Paola Schietekat, mexicana de 27 años, su sueño se convirtió en una pesadilla que le cambió la vida. Economista de profesión, Paola colaboraba como economista conductual para el Supreme Committee for Delivery and Legacy, la entidad responsable de la organización de la Copa Mundial de fútbol Qatar 2022, algo que siempre había soñado.
Sin embargo, el 6 de junio de 2021 su vida iba a cambiar. Un hombre se metió a su departamento en Doha, y abuso físicamente de ella. A partir de ese momento inició su pesadilla. Paola, había sufrido a los 16 años una violación. Así que, sin imaginar lo que sucedería, decidida fue a la autoridad catarí a denunciar el ataque para que no se repitiera la impunidad vivida en su adolescencia.
De repente, sintió como un duro golpe en la cabeza, su estomago empezaba a burbujear, y su pesadilla se volvió realidad. El atacante fue dejado en libertad y ella era sentenciada a recibir 100 azotes y 7 años en prisión por haber mantenido relaciones extramaritales con un hombre.
La pesadilla.
Al día siguiente de la agresión, acompañada por el entonces cónsul de México en Qatar, Luis Ancona, acudió a la central de Policía de Doha. Ella, además, llevaba el certificado médico y fotografías de los moretones en hombro, brazos y espalda que el atacante le había dejado.
“Al preguntarme si quería una orden de alejamiento, no hacer nada, o ir a las últimas instancias, me congelé, por el shock, por el miedo y la falta de sueño, y volteé a ver al cónsul, quien me recomendó ir a las últimas instancias”, escribió Schietekat en un texto titulado “Un mundo que parece odiar a las mujeres”, y que fue publicado el pasado 8 de febrero en el portal del periodista Julio Astillero.
Pasaron unas horas, cuando el teléfono de Paola sonó. Era del cuerpo de policía que le solicitaban su presencia en el cuartel. Al llegar a la estación de Policía, cual fue su sorpresa que se encontró cara a cara con su agresor, siendo obligada a encararlo. El agresor alegó que ella era su pareja sentimental.
Todo estaba dando vueltas a su cabeza. De víctima de violación pasó a culpable de sostener una relación extramarital. A pesar de que la ley islámica que rige Qatar es de las más liberales en la comunidad musulmana, las mujeres recién han logrado tener licencia de manejo, no tienen la obligación de usar el velo y tiene acceso a la educación superior, toda mujer que sufra una violación sexual son acusadas de adulterio.
Paola se convirtió al islam en su juventud. Ahora, la joven mexicana tenía que recibir 100 latigazos y sufrir 7 años de prisión, de acuerdo con la ley islámica.
Las no musulmanas no están exentas de recibir un castigo. En 2016, un mujer turista de los Países Bajos fue sentenciada a un año de prisión y una multa de 845 dólares después de haber sido violada por un catarí. Su condena fue reducida a tres meses después de la intervención de las autoridades neerlandesas.
Paola logró salir de Qatar con el apoyo del Supreme Committee for Delivery and Legasy. Al regresar a su país, la joven mexicana, dijo: “Nunca había respirado con más alivio que cuando me sellaron el pasaporte. En México paró la adrenalina y empezó un proceso más lento, aunque igual de complejo y doloroso”.
Ya en su país, el caso continúa. Paola recibió el expediente en el que se le informaba que su agresor quedó libre porque “no había cámaras para constatar que el ataque ocurrió”. Actualmente, se encuentra refugiada en la casa de su familia en la Ciudad de México. Paola fue llamada para una segunda audiencia fechada para el 14 de febrero pasado. No asistió, ni su abogado ni algún representante del consulado mexicano.
El abandono.
Paola ha denunciado que ha recibido poco apoyo por parte del servicio consular mexicano durante el proceso judicial. “Observé la poca, o más bien, nula preparación de la Embajada para actuar en mi defensa. Nadie de las y los diplomáticos hablaba ni un poco de árabe, pero tampoco tenían el menor conocimiento de las leyes locales”, explicó.
Pero, ha hecho hincapié Paola, fue Luis Ancona, antiguo cónsul en Qatar y actualmente en Bolivia, quien le recomendó ir a las últimas instancias. Además, aseguró, antes de su salida le recomendó simplemente “cerrar bien la puerta para evitar una nueva agresión”.
Pero no solo eso, la Secretaria de Relaciones Exteriores de México (SER), publicó un comunicado en el que aseguran que a Paola se le brindó el apoyo necesario, y que no le habían puesto, ni las autoridades cataríes, un traductor, debido a que “habla el árabe fluidamente”, cosa que Paola ha negado.
En su texto “Un mundo que parece odiar a las mujeres”, Paola asegura que la Embajada de México en Qatar no tiene capacidad para ofrecer protección a todos los connacionales que visiten el emirato este año.
“¿Cómo servirá esa misma Embajada a miles de mexicanas y mexicanos que asistan al mundial en un país donde las relaciones fuera del matrimonio o la homosexualidad son penadas? ¿Cómo servirá esa Embajada a miles de mexicanas y mexicanos que no hablen árabe, que tampoco conozcan las leyes cataríes?”, concluyó.
El pasado 18 de febrero, Paola se reunió con el canciller Marcelo Ebrard para ver su caso y lograr la intervención diplomática para que ella pueda regresar a Doha.
“El consultor jurídico de la SRE, nuestro mejor abogado, se hará cargo de defenderla y de que sean respetados todos sus derechos como ciudadana mexicana”, escribió el canciller en un tuit en el que aparece fotografiado con la joven.
