Río de Janeiro, Brasil. (Agencias) Una semana después de una sangrienta operación policiaca en la Favela Jacarezinho que dejó 28 muertos, miles de brasileños salieron a manifestarse en contra del racismo y la violencia policial.
Coreando “¡Sin balas, sin hambre, sin Covid! ¡Los negros quieren vivir!” los manifestantes, que traían cubrebocas contra el coronavirus, demandaron el fin de la discriminación contra las personas negras y de raza mixta el día en que Brasil conmemora el fin de la esclavitud en 1888.
En la manifestación en Rio de Janeiro, la gente portaba pancartas con proclamas como “Contra el genocidio, la rebelión es justa” o “Justicia para Jacarezinho”, nombre de la favela donde se llevó a cabo la sangrienta incursión.
De acuerdo con la policía, el objetivo era el desmantelar al Comando Vermelho, un grupo criminal que recautaba a niños y adolescentes para el trafico de drogas, robo, secuestro y asesinato.
“Es una política de genocidio”
La operación antidrogas fue la más mortífera de la historia en las favelas de esta metrópoli brasileña, según organizaciones de derechos humanos, hogar de las poblaciones más desfavorecidas, en su mayoría negras.
«Lo que estamos viendo es que los negros son los que más mueren, los que más mueren por arma de fuego, que son los más desempleados y los menos vacunados. Es una política de genocidio, una política mortal», dijo una manifestante, Dara Santana de Carvalho, a Agence France-Presse.
«Estamos aquí para exigir el fin del genocidio negro, para exigir vacunas, empleos e igualdad de derechos», dijo otro manifestante, Alexandro de Santos Visosa.
Manifestaciones similares, organizadas por la Coalición Negra por los Derechos Humanos, también tuvieron lugar en Brasilia, Salvador y la capital económica del país, Sao Paulo, donde se reunieron 500 personas, algunas con pancartas en las que se leía «Fuera Bolsonaro», el presidente de extrema derecha.
