Nueva York, EUA. – (Agencias) Primero fue la desaparición Kathleen Durst, de 29 años, esposa del excéntrico vástago de un imperio de bienes raíces de la ciudad de Nueva York. Robert A. Durst. Después de que, según los informes, confiara a su familia que su esposo se había vuelto, física y emocionalmente muy abusivo, desapareció en algún lugar entre el ático en Manhattan y su casa de campo en los suburbios, en enero de 1982.
La policía investigó el caso como persona desaparecida que, pasado un tiempo, se enfrió. El enjuto e intenso Señor Durst pasó gran parte de la década de 1990 apartado de su familia, según The Washington Post. Luego, él también desapareció en octubre de 2000 después de que las autoridades, siguiendo una pista, anunciaron que reabrirían el caso de Kathleen Durst.
Días ante de que los investigadores tuvieran un reunión programada con la confidente de Durst desde hacía tiempo, Susan Berman, fue encontrada muerta en su casa de Beverly Hills, en Los Ángeles, California, con un disparo en la parte posterior de la cabeza, al estilo de una ejecución. Hija de un mafioso de Las Vegas, tenía la compulsión de nunca dejar entrar a alguien a su casa que no conociera.
La policía recibió una nota manuscrita anónima que informaba de un cadáver en la propiedad de Berman. Posteriormente, los expertos declararían que era muy parecida a la de Durst. Las autoridades de Nueva York localizaron a Durst a mediados de 2001, solo después de haber sido capturado y encarcelado en Galveston, Texas, después de asesinar y descuartizar a su vecino Morris Black, de 71 años, en una pensión barata.
Durst se había estado ocultado en esta ciudad del Golfo de México disfrazado de mujer, hasta que Black identificó su verdadera identidad. Hubo una pelea, luego Durst sacó una arma de fuego y mató a Black. El multimillonario fue capturado, pagó su fianza y huyó. Fue capturado 45 días después en Pensilvania, usando otro disfraz de mujer, cuando intentó robar un sándwich a pesar de que traía un billete de 500 dólares y 37,000 en efectivo en su carro.
A su regreso a Galveston, alegó defensa propia en el juicio. Fue absuelto por el asesinato de Black pero, en un procedimiento legal por separado se declaró culpable de manipular las pruebas a su favor. Dijo que había arrojado el cuerpo desmembrado porque se encontraba asustado y bajo los efectos del alcohol, creyendo que la policía nunca le creería a un travesti millonario. Volvió a salir.
En septiembre de 2021, doblegado, frágil, y exhausto de una larga vida bajo la sombra de la sospecha y la fuga permanente por su supervivencia, Durst fue condenado por el asesinato de su consorte Berman, quien según la policía ocultaba información clave sobre el paradero de Kathleen Durst.
“Bob Durst ha existido durante muchos años y ha sido capaz de cometer muchos crímenes horribles”, dijo el fiscal de distrito adjunto John Lewin frente al juzgado donde Durst fue declarado culpable por un jurado de Los Ángeles. «Teniendo en cuenta lo que ha hecho, obtuvo una vida mucho más de lo que tenía derecho». El abogado de Durst dijo que apelaría el veredicto.
El 14 de octubre, Durst fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Dos días después, fue hospitalizado por Covid-19 y le colocaron un respirador. Dos semanas después, un gran jurado de Nueva York lo acusó del asesinado de su primera esposa, Kathleen Durst, 40 años después de que desapareciera a los 29 años.
Durst murió el 10 de enero, mientras estaba en custodia del Departamento de Correccionales de California. Su abogado, Chip Lewis, confirmó su muerte y dijo que estaba relacionada con los problemas médicos de Durst en los últimos años, pero no dio más detalles.
Socialmente torpe, según The Washington Post, murmuraba para sí mismo, eructaba fuertemente en público, y orinaba en los basureros de las oficinas, En otro entornos podía ser suave, cortes y enormemente generoso. Dio miles de dólares a sus amigos, asistía al ballet, se divertía en Studio 54 y en lugares de moda en Manhattan.
Maestro en el disfraz y los alias, mantuvo un stock de pelucas y mascaras. Asumió identidades falsas, incluido nombres de excompañeros de la escuela secundaria. Mintió sobre sus logros, una vez afirmó falsamente que tenía dos doctorados.
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“Bob es incapaz de decir la verdad”, dijo Douglas Durst, su hermano, al New York Times en 2015. “Es un verdadero psicópata, más allá de cualquier emoción. Es por eso que hace las cosas, para poder experimentar las emociones que otras personas tienen indirectamente. Porque no tiene absolutamente nada propio”.
Excepto por el homicidio de Galveston, eludió y confundió a la policía durante años. No fue sino hasta la transmisión en HBO a principios de 2015 del documental de alto perfil “The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst” que las autoridades intervinieron y lo arrestaron por el asesinato de Berman.
