Huston, Texas. – (Agencias) Los ingenieros de la NASA logrón completar el despliegue final del enorme espejo primario del telescopio James Webb, la “Maquina del Tiempo”, de la agencia. La maniobra fue el paso final de la fase de despliegue de dos semanas del observatorio más grande en el espacio, con un costo de 10,000 millones de dólares y que fue lanzado el 24 de diciembre pasado.
Con un viaje ya de más de 965,000 kilómetros, el telescopio más grande y poderoso en el espacio jamás construido, tuvo que plegarse firmemente para que pudiera caber en la nave Ariane 5 que lo transporta hasta su lugar de despliegue orbital.
Desde entonces, los ingenieros han estado dirigiendo el lento despliegue, pieza por pieza, del observatorio mientras se dirige en su viaje hacía un punto gravitacional estable a 1,609,344 kilómetros de la Tierra. La sombrilla, del tamaño de una cancha de tenis y que deberá mantener fríos los delicados instrumentos, ya ha sido desplegada, así como, el espejo secundario.
La NASA comenzó la semana pasada las maniobras finales que deberán realizarse para el despliegue del espejo principal del James Webb, que recogerá la luz más lejana del Universo, formado por 18 segmentos bañados en oro, una sección central y dos paneles laterales de tres segmentos. En una operación delicada, el primer panel se desplegó exitosamente el viernes, en un proceso que duró aproximadamente 5 horas.
El día de ayer, los ingenieros abrieron el segundo segmento de espejos y final, que encajó en el núcleo central del espejo, completando así los 6.5 metros de diámetro del telescopio. En la noche, los ingenieros estaban completando las últimas maniobras de enclavamiento que mantendrá a este segundo segmento en su lugar.
“Siento este tipo de resplandor en mi pecho ahora mismo al ver todos juntos en ese espejo desplegado”, dijo la científica de la NASA, Michelle Thaller, en una transmisión en vivo por Internet. En la sala de control de la NASA, el personal del equipo de la misión Webb aplaudió y se felicitó.
Calificado como la “maquina del tiempo” por los científicos, el observatorio James Webb permitirá a los astrónomos estudiar el comienzo del Universo poco después del Big Bang, hace 13,800 millones de años, y buscar signos de vida en distantes planetas de nuestra propia galaxia.
El Observatorio James Webb, que lleva el nombre de un antiguo administrador de la NASA, tiene aún que viajar poco más de 600,000 kilómetros hasta su destino y luego se necesitarán cinco meses para calibrar cuidadosamente sus instrumentos.
Para los astrónomos, el James Webb les permitirá capturar imágenes de las primeras galaxias que se formaron después del Big Bang, comprender como nacen y evolucionan las estrellas e investigar la potencial posibilidad de que haya vida en los sistemas planetarios.
Todo esto tendrá que hacerse en una década, su vida máxima probable. Después de 10 años, se espera que el telescopio se quede sin combustible y se desvíe lentamente de su curso.
