Moscú, Rusia. – (Agencias) El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Riabkov, dijo que Rusia estaba dispuesta a colaborar con Estados Unidos en materia de seguridad, algo que ha venido exclamando el presidente Vladímir Putin, y que occidente no ha respondido aún.
“Rusia está dispuesta a trabajar con Estados Unidos en materia de seguridad y acerca del Tratado START, pero todo depende de Washington”, dijo el viceministro, de acuerdo con el diario ruso Sputnik. «Estamos dispuestos, si los estadounidenses lo están, a reanudar el diálogo, así como a trabajar en el marco del START, donde también hay una pausa. Todo depende de Washington», dijo el viceministro ruso.
Pero, subrayó, que no habrá concesiones unilaterales para Estados Unidos en materia de estabilidad estratégica por parte de Rusia. «En los últimos años hemos insistido constantemente en que no hay concesiones unilaterales por parte de Rusia y no puede haberlas. No puede haber pasos adelante para satisfacer los ‘deseos’ de Estados Unidos», aclaró Riabkov.
Riabkov, agregó que Moscú lleva tiempo convencido de que Estados Unidos no lo escucha y no tiene en cuenta los intereses fundamentales de Rusia. «No nos hemos retirado del diálogo de estabilidad estratégica con Estados Unidos. Ha sido suspendido por Washington, aparentemente bajo la ilusión de que necesitamos este diálogo más que Washington. Definitivamente no», enfatizó.
El viceministro advirtió a Estados Unidos de no tomar pasos imprudentes en la esfera de la estabilidad estratégica, en su aparición en un programa de la televisión estatal Canal 1, de transmisión nacional. Dijo que la lista de las sanciones que Rusia prevé imponer a Occidente en respuesta a las graves sanciones impuestas por la operación especial militar en Ucrania, ya están preparadas.
Sin embargo, subrayó que, al elaborar las sanciones a occidente en represalia, Rusia debe “actuar con calma”. «En mi opinión, no deberíamos actuar de forma similar en cada caso concreto», afirmó.
Después de la operación especial militar que lanzó Rusia contra Ucrania, el 24 de febrero pasado, numerosos países la condenaron y activaron una batería de sanciones individuales y una “bomba atómica” al sistema bancario ruso.
La “bomba atómica” financiera anunciada por Estados Unidos y sus socios de la OTAN, sacó a Rusia del sistema internacional de pagos y cobros electrónicos conocido como SWIFT, congeló las reservas internacionales del Banco Central ruso y, en el caso de Estados Unidos y Reino Unido, establecieron la prohibición de importaciones de petróleo y gas ruso, y la Unión Europea acordó disminuir dos tercios de su consumo de gas ruso.
Cientos de empresas decidieron suspender todo negocio con y en Rusia a finales de febrero. Como respuesta, el gobierno de Putin amplió su lista de “países poco amistosos” al agregar a todos aquellos que se sumaron a las sanciones en su contra.