El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, señaló que estamos por enfrentar el tercer año de la pandemia sin que se hayan conseguido aún «objetivos cruciales».
El funcionario, menciono que el mundo cuenta con los recursos necesarios para poner fin a la pandemia de covid este 2022, aunque para ello es necesario ayudar a los países que aún tienen problemas de acceso a vacunas, tratamientos y otras armas contra el coronavirus.
Durante un evento organizado por la ONU, Guterres, dijo que “Podemos poner fin a la pandemia en 2022, estamos en el mejor camino para lograrlo, pero sólo lo conseguiremos unidos”, aseveró.
El secretario General, afirmó que la pandemia entró en su tercer año sin que se hayan conseguido aún “objetivos cruciales” como la vacunación generalizada de la población global, el aumento de pruebas o la puesta a disposición de todos de los tratamientos capaces de salvar vidas.
Señaló, que la desigualdad en el reparto de las vacunas es el mayor fracaso moral de nuestros tiempos, y los países y sus poblaciones lo están pagando.
Agregó, que podemos lograr que la economía vuelva a la normalidad, y rescatar los objetivos de desarrollo sostenible, pero necesitamos actuar ya”, afirmó el máximo responsable de Naciones Unidas.
En dicho evento, la Organización Mundial de la Salud, solicitó especialmente a los países desarrollados que aporten 23 mil millones de dólares adicionales a la lucha global contra la pandemia, de los que 16 mil millones de dólares se dirigirán al Acelerador ACT y el resto costearían los envíos de las herramientas contra el covid.
Cabe mencionar, que esta estrategia fue creada en 2020 por la OMS y otras organizaciones internacionales para mejorar el acceso de países en desarrollo a vacunas, tratamientos, test y otras herramientas contra el covid.
Con estos recursos, se prevé adquirir 600 millones de vacunas, 700 millones de test de diagnóstico, tratar a 120 millones de pacientes y ofrecer equipos de protección para 1.7 millones de trabajadores sanitarios, especialmente en los países con redes sanitarias más frágiles.
