Washington, D.C. – (Agencias) La críticas a la egoísta actuación de las grandes petroleras en Estados Unidos se han intensificado, sobre todo después de hacerse públicos documentos internos que mostraban que las empresas se han distanciado de los objetivos ecológicos acordados y que han estado “engañando” al público, sobre los supuesto esfuerzos ambientalistas e incluso deseaban que los activistas críticos se infestaran de chinches., informó el diario inglés The Guardian.
El engaño de los gigantes petroleros Exxon-Mobil, Chevron, Shell y BP, se dio a conocer en la audiencia del Congreso, donde se llevaba a cabo una investigación sobre el papel de los combustibles fósiles en la conducción de la crisis climática. “Primero te ignoran, luego se ríen de ti, luego te desean chinches y luego ganas”, dijo Varshini Prakash, directora ejecutiva de Sunrise. La organización que acusó a Shell de un “legado de violencia y de ignorar el bienestar de las comunidades en todo el mundo”.
Las revelaciones son parte de la tercera audiencia realizada por el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes sobre cómo la industria de combustibles fósiles buscó obstaculizar los esfuerzos para abordar la crisis climática. Los demócratas, que encabezan el comité, llamaron a testificar a altos ejecutivos de las compañías petroleras el año pasado, en las que negaron haber engañado al público.
Los nuevos documentos son «la evidencia más reciente de que los gigantes petroleros siguen mintiendo sobre sus compromisos para ayudar a resolver la crisis climática y los formuladores de políticas nunca deberían confiar en ellos», dijo Richard Wiles, presidente del Centro para la Integridad Climática. “Si hay algo consistente en la posición de las grandes empresas de petróleo y gas sobre el clima, es su total incapacidad para decir la verdad”, agregó Wiles.
Ro Khanna, copresidente del comité, dijo que los nuevos documentos son «explosivos» y muestran una «cultura de intensa falta de respeto» hacia los activistas climáticos. Las “promesas climáticas de los gigantes petroleros se basan en tecnología no probada, trucos contables y lenguaje engañoso para ocultar la realidad”, agregó. “Los grandes ejecutivos del petróleo se ríen de las personas que intentan proteger nuestro planeta mientras trabajan a sabiendas para destruirlo”.
Varios de los correos electrónicos y memorandos dentro del tesoro de documentos publicados parecen mostrar a ejecutivos, miembros del personal y cabilderos que contradicen internamente los pronunciamientos públicos de sus empresas en la actuación para reducir las emisiones que producen el calentamiento del planeta.
Exxon, que recientemente anunció ganancias no esperadas de 17,900 millones de dólares en el segundo trimestre de este año, más del triple de lo que ganó en el mismo trimestre del año pasado, ha dicho públicamente que está «comprometida» con el acuerdo climático de París para frenar el calentamiento global.
Sin embargo, los documentos publicados por el comité de la Cámara encabezado por los demócratas incluyen un memorando de agosto de 2019 de un ejecutivo a Darren Woods, director ejecutivo de Exxon, sobre la necesidad de «eliminar la referencia al acuerdo de París» de un anuncio de un grupo de presión de la industria de la que Exxon es miembro.
Tal declaración “podría crear un compromiso potencial para abogar por los objetivos del acuerdo de París”, advirtió el ejecutivo. Una nota separada en una presentación de Exxon de 2018 también admitió que los biocombustibles derivados de algas todavía estaban «a décadas de distancia de la escala que necesitamos», a pesar de que la compañía los promovió durante mucho tiempo como una forma de reducir las emisiones.
En el caso de gigante petrolero Shell, se comprometió a convertirse en una compañía de “cero emisiones netas” para 2050. Sin embargo, entre los documentos se encuentra una comunicación privada de 2020, en la que se insta a los empleados a nunca “insinuar, sugerir o dejar abierto para una posible interpretación errónea que (cero emisiones netas) es un objetivo o meta de Shell”. Shell “no tiene planes inmediatos para pasar a una cartera de emisiones netas cero” en los próximos 10 a 20 años, agregó.
Un tuit de Shell publicado en 2020 preguntando a otros qué podían hacer para reducir las emisiones resultó en una tormenta de burlas por parte de los usuarios de Twitter. Un ejecutivo de comunicaciones de la compañía escribió en privado que las críticas de que el tuit estaba «engañando» al público «no carecían totalmente de verdad» y que el tuit era «bastante sordo». Añadió: “Después de todo, estamos en un tuit como este que implica que otros deben sacrificarse sin centrarse en nosotros mismos”.
La compañía petrolera con sede en el Reino Unido, que en julio anunció una ganancia trimestral récord de 11,500 millones de dólares, también despreció a los activistas climáticos, y un especialista en comunicaciones de la compañía envió un correo electrónico en 2019 que deseaba «se llenaran de chinches» los activistas del Movimiento Sunrise, un grupo liderado por jóvenes. grupo climático de Estados Unidos.
Las anteriores publicaciones de documentos internos han de mostrado que la industria petrolera sabía el impacto devastador del cambio climático, pero opto por minimizar e incluso negar públicamente estos hallazgos para mantener su modelo de negocio exitoso.
Los republicanos han repudiado las audiencias y las han clasificado como un método para “hacer la guerra a los productores de energía de Estados Unidos” y las compañías han dicho que los documentos presentados no muestran la imagen completa de su postura ante la crisis climática.
Exxon apoya el acuerdo climático de París de 2015, dijo un portavoz, afirmando que la “publicación selectiva de correos electrónicos fechados, sin contexto, es un intento deliberado de generar una narrativa que no refleja el compromiso de ExxonMobil y sus empleados para abordar el cambio climático y desempeñe un papel de liderazgo en la transición hacia un futuro de cero emisiones netas”.
Mientras tanto, un portavoz de Shell dijo que el comité eligió destacar solo un pequeño puñado del casi medio millón de páginas que proporcionó al organismo sobre sus «esfuerzos extensos» para participar en la transición energética.
“Dentro de esa búsqueda hay discusiones internas y externas desafiantes que señalan la intención de Shell de formar asociaciones y compartir caminos que consideramos críticos para convertirnos en un negocio de energía neta cero”, dijo.
