En Paila, ejido de Parras de la Fuente, Coahuila, no ceden las riñas donde se ven involucrados jóvenes y niños.
Al menos seis vehículos fueron dañados con bates y fierros este 17 de agosto.
Los afectados acudieron al Ministerio público de la localidad, pero el “tortuguismo” y el marcado burocratismo de la instancia gubernamental se dejó ver de nueva cuenta.
A decir de los denunciantes, los ejidos y la cabecera municipal están en el abandono, pues los funcionarios minimizan las denuncias cuando se trata de gente de bajos recursos.
Por otra parte, los lugareños piden más presencia policial a fin de evitar que en este lugar se vendan bebidas etílicas de forma descontrolada.
Afirman también en el anonimato que los establecimientos son propiedad de funcionarios municipales, que se escudan en sus cargos para ejercer la impunidad.
