Madrid, España. – (Agencias) De nuevo la Ley Trans se queda para otro día. El partido gobernante, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), junto con la derecha y la extrema derecha española han cerrado la puerta.
El bloqueó que el PSOE mantiene en la Moncloa a la iniciativa de la Ministra de Igualdad, Irene Montero, de Unidas Podemos su socio en el gobierno, se trasladó al Congreso.
La abstención de los socialistas y el voto en contra del derechista Partido Popular (PP) y el extrema derecha Vox, frenaron la pretensión de varios grupos parlamentarios de izquierda de sacar una ley parecida a la que se mantiene congelada por diferencias en el gabinete de Pedro Sánchez.
Lo que se vio fue una de las más raras y anómalas alineaciones de las bancadas, de acuerdo con el diario El País.
El Gobierno se dividió y la posición de Unidas Podemos no solo recibió el respaldo de toda la izquierda sino del Partido Nacional Vasco, Ciudadanos, JuntxCat y del PDeCAT, independentistas y centristas.
Con su voto de “Poncio Pilatos”, como lo describió Joan Baldovi, de Compromis, facilitó que se impusiese el rechazo de los dos grupos de derecha y extrema derecha española.
Los aplausos de los independentistas de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) a Sara Giménez, representante de Ciudadanos, cuya sentida intervención a favor del derecho a decidir la identidad sexual, también fue saludada por Irene Montero sentada en solitario en la banca azul, dio la pincelada a la extraña sesión.
Pero el cierre fue el climax de lo extraño. Irene Montero, la ministra de Igualdad, pidió la palabra y subió al estrado a pedir “perdón” a nombre del gobierno a la comunidad LGTBIQ y a comprometerse a reconocer el derecho a la libre determinación de la identidad sexual, justo la causa de la reticencia del Gobierno.
Montero esta dispuesta a sacar la Ley, a pesar de la división que causa al interior del gobierno, antes del Día del Orgullo, el próximo 28 de julio.
Previamente, había hablado la diputada socialista Susana Ros a nombre del Gobierno para asegurar que enviará al Congreso una propuesta para regular la cuestión en discusión.
Sin embargo, su postura fue totalmente diferente a la posición expuesta por la ministra Montero, que teóricamente su ministerio es el responsable de atender este asunto dentro del Gobierno español.
La propuesta fue presentada conjuntamente por ERC, Junts per-Catalunya (JxCat), Compromis, los independentistas de la CUP y Nueva Canarias.
Coincidía con la propuesta de Montero, paralizada por el PSOE, según reconoció la propia ministra, pues básicamente planteaba que la identidad sexual legal de una persona dependía solo de su voluntad.
De haber pasado la iniciativa, seguía el periodo de revisión donde los partidos podían modificarla. Sin embargo, ni eso dejo el PSOE por lo que se acrecentaron las criticas de sus socios en el Parlamento.
Les recordaron a los socialistas y al gobierno que en 2019 se habían comprometido a defender “la libre determinación” y con su socio en el gobierno, Unidas Podemos, acordaron legislar sobre ello en el pacto que permitió el ascenso de Pedro Sánchez.