Washington, D.C. – (Agencias) Siempre se debatió sobre quien era Q, el super agente secreto y profeta de la ideología extremista y conspirativa atrás de QAnon.
La respuesta posiblemente se encuentra en el desliz grabado en un nuevo documental de HBO que sugiere que la respuesta siempre fue obvia: Ron Watkins, el administrador por largo tiempo de la plataforma de mensajes 8kun, hogar en línea del movimiento conspirativo.
De acuerdo con The Washington Post, la mayoría de los investigadores importantes de QAnon han especulado durante mucho tiempo que Watkins había escrito muchos de los mensajes falsos y crípticos, que suponían que Trump estaba librando una batalla contra una camarilla internacional de pedófilos.
Según Watkins, solo era un simple operador de trastienda del sitio y no un participante. Pero al final de la serie de “Q: Into The Storm”, de la cadena HBO, el cineasta Cullen Hoback señala lo que para él es la pieza clave de que Watkins había mentido en los más de 4 mil mensajes que Q había publicado desde 2017.
Y es la escena final, justo cuando Watkins habla de cómo compartió afirmaciones falsas sobre el fraude electoral tras la derrota de Trump en las elecciones de 2020.
Watkins le dice a Hoback: “Fueron básicamente tres años de entrenamiento de inteligencia, enseñando a los normies (gente normal) cómo hacer que la inteligencia funcionara. Era básicamente lo que estaba haciendo anónimamente antes, pero nunca como Q”.
Para Hoback, Watkins admitió ser realmente Q, elaborando comunicados secretos, dando forma al movimiento para que los “normies” los consumieran.
La escena sigue, Watkins sonríe, despeja la garganta con unos ligeros tosidos, como tratando de corregir, y dice: “Nunca como Q, lo prometo. No soy Q”. La evidencia es circunstancial, y no es prueba del papel de Watkins.
Watkins, por su parte, envió un mensaje a sus 150,000 suscriptores en el servicio de chat de Telegram a última hora del domingo: «Recordatorio amistoso: No soy Q. Que tengas un buen fin de semana”.
El anonimato y la opacidad de 8kun, propiedad de su papá Jim Watkins, parecía hacer imposible la identificación de Q, incluso cuando el movimiento se tornó violento y fue citado como incitador del asalto al Capitolio por las hordas de seguidores de Trump.
Sin embargo, según The Washington Post, no estaba claro por qué una mente privilegiada confiaría solo en dos personas, padre e hijo, que viven en Filipinas, cuya fama era un sitio web crudo con memes extremistas, discursos de odio y pornografía.
Para algunos investigadores, la admisión no resuelve todas las preguntas existentes sobre Q. Algunos insisten “persuasivamente” que, aunque Ron probablemente sabe quien está detrás de QAnon, la cuenta pudiera estar impulsada por más de una persona, o un equipo de escritores
De acuerdo con Joan Donovan, directora del Proyecto de Tecnología y Cambio Social del Centro Shorenstein de la Escuela Kennedy, “Es un conjunto colectivo de diferentes niveles de conocimiento y diferentes puntos de acceso a tecnologías”.
Donovan afirma que “Q no puede ser solo una persona”.
Tampoco resuelve la historia del nacimiento de Q, quien publicó por primera vez en la plataforma 4chan en 2017, en medio de un aluvión de publicaciones de trolls anónimos supuestamente de miembros de la administración Trump, antes de pasar a 8chan y al control de los Watkins en 2018.
Algunos investigadores apuntan a diferencias en los estilos de escritura en ese momento para sugerir que el personaje Q cambió de manos.
La semana pasada, Jim y Ron insinuaron otra tesis: que Q podría ser Steven Bannon, el extremaderechista asesor de Trump, o el propio Hoback. De inmediato el cineasta negó la ridícula tesis, mientras que Banon no respondió a las solicitudes de algún comentario.
El documental hizo poco efecto entre los seguidores de QAnon. Casi todas las redes y plataformas de discusión y canales de Telegram más populares ignoraron las declaraciones de Watkins.
En su lugar, se han enfocado en los últimos temas de interés del movimiento, en su mayoría afirmaciones falsas sobre las vacunas contra el coronavirus, el presidente Biden y el Canal de Suez.
Q no ha publicado desde el 8 de diciembre. Pero el movimiento ha superado a Q, de acuerdo con The Washington Post.
Creó un cuerpo de promotores generalizado de QAnon, comerciantes e influencers de redes sociales que ofrecen a sus audiencias un una ola de absurdas afirmaciones infundadas y puntos de conversación de extrema derecha.