La Habana, Cuba. – (Agencias) Raúl Castro se va. El último icono de la revolución cubana, ha decidido retirarse para darles paso a nuevas generaciones. Y antes de ello, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PPC), ha pedido el viernes un “dialogo respetuosos” entre Estados Unidos y Cuba.
«Confirmo en este congreso del partido el deseo de establecer un diálogo respetuoso, una nueva forma de relaciones con Estados Unidos sin pretender que, para lograrlo, Cuba renuncie a los principios de revolución y socialismo».
El revolucionario de 89 años habló así en el discurso inaugural del Congreso del PPC el viernes en La Habana.
El Congreso, que durará cuatro días, será el escenario del epilogo del líder, quien ha decidido dejar su lugar a una nueva generación.
Sin duda, la historia de la relación entre Estados Unidos y Cuba ha estado siempre ligada al bloqueo económico y político impuesto por el gigante norteamericano, que dura ya casi 60 años.
Más allá de la efímera flexibilización con el presidente Barak Obama, Donald Trump tensó más la cuerda y endureció severamente el embargo vigente desde 1962.
Joe Biden, que prometió en campaña revertir algunas sanciones, no ha dicho ni una palabra sobre la isla desde su toma de posesión.
Raúl Castro denunció la «guerra económica»como»el objetivo declarado de estrangular el país y causar una explosión social», según las imágenes difundidas por la televisión estatal.
«El Congreso de la Continuidad»
De acuerdo con Le Monde, esta vez a diferencia de otras ocasiones, no se transmitieron imágenes de la inauguración del viernes. solo fotos y videos compartidos a cuentagotas por los medios estatales en las redes sociales.
A 60 años de que Fidel Castro proclamara el carácter socialista de la revolución cubana, ahora “irreversible” desde la aprobación de una nueva Constitución en 2019, se abrió el histórico acontecimiento.
«En lo que a mí respecta”, dijo Raúl Castro, “mi tarea (…) termina, con la satisfacción de haber cumplido mi papel y con confianza en el futuro de la patria».
Pero «que nadie lo dude: mientras viva, estaré listo, con el pie en el estribo, para defender la patria, la revolución y el socialismo», dijo, entre aplausos de unos 300 delegados del partido de todo el país reunidos en el Palacio de Convenciones de La Habana.
El lunes, Miguel Díaz-Canel, que lo sustituyó como presidente en 2018, será el primer civil en dirigir el partido, donde ha realizado toda su carrera.
Es «el congreso de continuidad», recordó a través de Twitter, subrayando que las directrices del poder en Cuba, uno de los últimos cinco países comunistas del mundo, no cambiarían.
Ante el dogma de partido único, se presenta la necesidad de reformas económicas en este país en crisis provocado por las sanciones estadounidenses y la pandemia, aunque ha demostrado la capacidad para atender a esta última.
«El partido es la garantía de unidad nacional», dijo José Ramón Machado Ventura, número dos del partido, al inaugurar el congreso, “con la convicción de que seguiremos siendo fieles al legado de nuestros mártires y al ejemplo de Fidel y Raúl».
