Fue en la Parroquia San Isidro Labrador donde el actual vicario de la diócesis de Saltillo, presbítero Gerardo Escareño, y el ahora obispo emérito, fray Raúl Vera López, conformaron el comité de bienvenida que acompañó a monseñor Hilario González a conocer parte del territorio que en Coahuila comprende su nueva sede eclesiástica.
Mientras ofició una ceremonia de la palabra de Dios, donde se dirigió a la comunidad desde el pueblo mágico de Arteaga, Hilario González fue recibido por familias católicas de ese municipio con canastas rebosantes de dulces típicos, vinos de la región, y se le obsequió un sarape de Saltillo con su nombre.
Terminando esta celebración de bienvenida, el obispo y su comitiva se dirigieron hacia la Catedral de Santiago, en la capital del estado.
