Opinión

Rostros

Dos eventos atípicos registrados en Saltillo hacen recordar que ya vivimos algo semejante, pero deja ver algo importante, no estamos exentos de los embates de nuestra madre la naturaleza.

TEMBLORES

Desde 1900 se han registrado movimientos telúricos en nuestra querida ciudad que recientemente cumplió sus 444 años de historia.

Muchos recordarán que hace algunas décadas en el inicio de los años noventa un temblor fue el motivo de rumores y comentarios entre la escasa población capitalina.

Mucho tiempo después ya en este siglo, el 21, el Servicio Sismológico Nacional reportaba que al menos en su sur, la ciudad de Saltillo presentaba movimientos de 3.2, 3.5 y 3.7 pero jamás pasó de ahí, casi eran imperceptibles, pues el norte de México, según los expertos era zona antisísmica.

Autoridades de Protección Civil calificaron como histórico el sismo que muchos sentimos el pasado martes, y marca un precedente, pues un 4.2 en la escala de Ritcher es considerable para una zona como Saltillo Coahuila, una zona que está calificada como no sísmica.

Afortunadamente solo quedó en el anecdotario, la autoridad competente no reportó daños en personas ni estructúras, aunque en redes sociales no faltaron las Fakenews en alusión a puentes vehiculares dañados por el “terremoto” en Saltillo.

GRANIZADA

En julio de 2015, la colonia El Chamizal, ubicada en el sur poniente de la ciudad de Saltillo, sorprendió a la población con una atípica granizada, las calles de ese sector lucían repletas de hielo producto del fenómeno natural, era prácticamente imposible creer que en pleno verano esa zona de la capital de Coahuila se tornó de blanco, solo que instantes después de la granizada se confirmó que está venía acompañada de una tragedia; un estudiante de la secundaria federal número 5, por rescatar a su compañera, no alcanzó a salir de la caída de una pesada techumbre llena de hielo por el granizo.

Este miércoles, en cinco colonias al sur de la ciudad, un fenómeno semejante recordó a la población que no estámos exentos de los embates de la naturaleza, la considerable granizada al sur de la capital Coahuilense está vez no dejó daños personales ni personas fallecidas, solo dejó bellos parajes blancos en la sierra Zapaliname y el asfalto de algunas calles se pintó de color blanco.