Bruselas, Bélgica. – (Agencias) El día llegó, el 16 de febrero, que según la inteligencia estadounidense y de occidente Rusia invadiría a Ucrania y solo quedó en un retiro parcial de tropas rusas, después de terminado el ejercicio militar en Crimea, y algunas que terminaron los ejercicios conjuntos con Bielorrusia.
Sin embargo, de acuerdo con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, Rusia continúa amenazado a Ucrania. El miércoles, Blinken dijo que la amenaza continua y que sigue la concentración de tropas y armas rusas en la frontera con Ucrania, ratificando en escepticismo mostrado por occidente tras las imágenes del retiro parcial de tropas rusas.
En el mismo sentido, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, dijo, en medio de la celebración del “Día de la Unidad” en Ucrania, que Rusia mantenía la concentración de tropas. Un alto funcionario estadounidense dijo que Rusia desplegó recientemente 7.000 soldados adicionales cerca de la frontera con Ucrania y acusó que las afirmaciones de reducción eran simplemente «falsas».
«Todavía tenemos que ver ningún retroceso, ninguna retirada de las fuerzas rusas de las fronteras de Ucrania», dijo Blinken, en declaraciones a la televisión ucraniana. «Estamos observando eso con mucho cuidado, y nuevamente, es muy importante mirar lo que Rusia realmente hace, no lo que dice que está haciendo».
El martes, el presidente ruso Vladímir Putin, dijo que Rusia había decidido una retirada parcial de las fuerzas militares, en medio de las advertencias occidentales de una inminente invasión y de una ola de sanciones.
Según comentó Stoltenberg, antes de la reunión con los ministros de Defensa en Bruselas los rusos siguen acumulando fuerzas militares en la frontera con Ucrania. Digo que la OTAN está lista para platicar con Rusia, pero también, agregó, “la alianza está preparada para lo peor”.
El martes, cuando se le preguntó a Putin sobre si Rusia estaba retirando fuerzas de la frontera con Ucrania, el presidente dijo que se había tomado una decisión sobre una “retirada parcial de las tropas”. No hizo más comentarios.
Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, respondiendo a Stoltenberg, se burló de la capacidad de los servicios de inteligencia de la OTAN para analizar lo que estaba pasando. «Esto, sin duda, no da a los representantes de la OTAN la oportunidad de evaluar sobriamente la situación», dijo en su conferencia telefónica diaria con periodistas.
Mientras, este miércoles, fecha que habían anunciado las agencias de inteligencia estadounidenses que iniciaría la invasión, pequeños grupos de ciudadanos ucranianos ondeaban banderas nacionales en el “Día de la Unidad” convocado por el presidente Volodímir Zelenski, quien dijo que su país solo “quiere vivir en paz, felizmente, en familia, los niños con los padres”.
Zelensky dijo a los ucranianos: «Nadie puede amar nuestro hogar como nosotros. Y solo nosotros, juntos, podemos proteger nuestro hogar».
Los relatos contradictorios se produjeron cuando el Pentágono describió un incidente en el que aviones estadounidenses y rusos volaron peligrosamente cerca el uno del otro durante el fin de semana sobre el Mar Mediterráneo, un recordatorio de cómo un ligero error de cálculo podría escalar rápidamente la situación. Tres aviones de vigilancia P-8A de la Marina de Estados Unidos experimentaron «interceptaciones no convencionales» por parte de aviones rusos, dijo el capitán de la Armada Mike Kafka, portavoz del Pentágono. «Hemos dado a conocer nuestras preocupaciones a los funcionarios rusos a través de canales diplomáticos», dijo.
En uno de los casos, un avión ruso se acercó a menos de 1.5 metros de uno estadounidense, según el Wall Street Journal, que informó las intercepciones por primera vez.
Muchos analistas se centran en si Rusia retira sus fuerzas masivas y armamento de Bielorrusia, al norte de Ucrania, después de que los ejercicios conjuntos ruso-bielorrusos terminen el domingo, y si las tropas rusas se llevan todo su equipo con ellos.
El ministro de Relaciones Exteriores de Bielorrusia, Vladimir Makei, dijo que el ejército ruso abandonaría completamente su país. «Ni un solo militar ruso, ni un solo equipo permanecerá en Bielorrusia después de la finalización de los ejercicios con Rusia», dijo a los periodistas en Minsk el miércoles.
