Phoenix, Arizona. – (Agencias) A una semana de la “ola infernal sin precedente en mil años”, que golpeó el noroeste de EUA y la Columbia Británica, matando a cientos de personas por calor y que estableció un récord de temperatura de casi 50°C, ahora el calor se ensaña con el oeste de Estados Unidos.
Este fin de semana, de acuerdo con The Washington Post, 28 millones de estadounidenses esperan soportar temperaturas de 38 a 48°C, la mayoría en Nevada, Arizona y el Valle Central de California.
Incluso al interior del estado de Washington, donde pudieran llegar a temperaturas arriba de 38°C y pudiera extenderse hasta la frontera con Canadá.
Las alertas de calor extremo cubren ya la mayor parte de California, Nevada, el oeste de Utah y Arizona, e incluso hasta el suroeste de Oregón y el sur de Idaho.
Un aviso de calor extremo que abarca una zona del estado de Washington hasta la frontera con Canadá se está valorando ante la ola de calor que podría superar los 40°C.
En el caos de Glasgow, en Montana, se esperan temperaturas arriba de los 38°C, lo que superaría los registros históricos del estado. El calor históricamente más alto comenzó el viernes.
Death Valley (el Valle de la Muerte) es, sin duda, el epicentro del achicharramiento de los termómetros. Alcanzó el viernes los 54°C, casi igualando la temperatura máxima de cualquier país del mundo desde el 7 de julio de 1931, cuando subió la temperatura a 55°C en Kebili, Túnez.
Sin embargo, según los climatólogos, esa lectura pude ser dudosa, lo que, más allá de eso, la temperatura del viernes igualaría el registro de Túnez.
El Valle de la Muerte alcanzó ya los 54°C el 1 de agosto de 2020. Existe la probabilidad de que este fin de semana pueda romper ese récor y llegue a 55.1°C.
Afortunadamente, el Valle de la Muerte está escasamente poblado, pero no se puede decir lo mismo del Valle Central de California, una de las franjas de bienes raíces más densamente pobladas de la nación, donde las máximas generalizadas saltarán más allá de los 43.3°C.
El sábado está programado para ser el día más caluroso de todos, con un breve alivio en las temperaturas probablemente a mediados o finales de la próxima semana.
