Internacional

El espíritu de Trump campea en Brasil

La declaración de Flávio Bolsonaro responde al mejor estilo de Donald Trump, el patrocinador internacional más prominente del presidente Bolsonaro, después de perder las elecciones de 2020 en Estados Unidos

Sao Paolo, Brasil. – (Agencias) Las declaraciones recientes del hijo del extremaderechista Jair Bolsonaro, el presidente actual de Brasil, hacen temer que el quinto país más grande del mundo enfrente tiempos turbulentos postelectorales. El temor a que Bolsonaro, si pierde, niegue los resultados de las elecciones de la segunda vuelta para la presidencia, crece, sobre todo después de la declaración de su hijo de que el presidente “fue víctima del mayor fraude electoral jamás visto”, acusación que no ha sido probada.

La declaración de Flávio Bolsonaro responde al mejor estilo de Donald Trump, el patrocinador internacional más prominente del presidente Bolsonaro, después de perder las elecciones de 2020 en Estados Unidos.

Flávio Bolsonaro

Trump hizo las mismas afirmaciones, no probadas, del “mayor fraude en la historia” de Estados Unidos desde el punto de vista electoral. Semanas después, el 6 de enero de 2021 una turba convocada por Trump asaltaba el Capitolio, corazón del sistema democrático estadounidense, con consecuencias fatales y aún en proceso judicial, en su intento por detener la calificación del triunfo de Biden y su derrota.

Las sospechas de que Bolsonaro utilizaría similar estrategia en caso de perder ante su rival el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien ganó la primera vuelta y ha vuelto a encabezar las encuestas, se ha esparcido entre los analistas y observadores de las elecciones en la segunda vuelta.

Los ataques al sistema electoral del presidente de extrema derecha de largo tiempo atrás han creado los temores. Sin embargo, estos se han acrecentado después de que su secretario de Comunicaciones, Fabio Faría, en una conferencia de prensa convocada por él, denunciara lo que llamó “una grave violación al sistema electoral”.

Donald Trump (i) y Jair Bolsonaro (d)

Faría afirmó, sin presentar pruebas, que las estaciones de radio locales en el noroeste de Brasil habían transmitido más anuncios de Lula durante la campaña. «Tienen que salir y votar porque estamos paralizados», acusó. Sin embargo, el miércoles, el presidente del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes, rechazó una petición de la campaña de Bolsonaro que exigía que se investigara la supuesta irregularidad. En cambio, Moraes pidió se investigara si las afirmaciones “sin fundamento” eras diseñadas para “interrumpir” las elecciones.

Ante lo cual, Bolsonaro duplicó las afirmaciones ante los periodistas de que el proceso electoral había sido “desequilibrado” a favor de Lula. «Un lado, mi lado, ha estado realmente en desventaja», afirmó Bolsonaro, a quien Trump respaldó recientemente como «uno de los grandes presidentes de cualquier país del mundo».

La supuesta campaña contra su padre dijo Flávio Bolsonaro, era igual que el intento fallido de asesinar al populista de extrema derecha durante las elecciones de 2018, que ganó. «Bolsonaro ha sido apuñalado por segunda vez», tuiteó Bolsonaro hijo, prometiendo: «Ganaremos estas elecciones, a pesar del intento de manipular el resultado». En una segunda publicación, el senador afirmó que su padre fue víctima de «el mayor fraude electoral jamás visto».

Otro senador pro-Bolsonaro, Lasier Martins, tuiteó: «¡Posponer las elecciones es la única solución!».

Para el experto político, Thomas Traumann, con residencia en Río de Janeiro, calificó las declaraciones de fraude de Bolsonaro como “puras tonterías” y, aseguró, que estaba convencido de que Bolsonaro se estaba preparando para desafiar los resultados de la que considera más importante elección en Brasil.

«No tengo ninguna duda, cero. Él va a impugnar esto», dijo Traumann. «La pregunta es la escala de la violencia que causa el desafío» entre los seguidores radicales de Bolsonaro. “¿Qué hizo Trump?”, preguntó, “él es su ídolo y su modelo”, aseguró. “Impugnó, no aceptó la derrota, llamó a la gente a las calles y alentó protestas violentas y dejó el poder sin retroceder y continuó involucrando a sus seguidores para que no reconocieran la autoridad del nuevo gobierno y, por lo tanto, mantuvieron a su base encendida. Esta, para mí, es la hoja de ruta de Bolsonaro».