Aunque suena paradójico, el momento en el que se vivió más intensamente la restricción de diferentes actividades por la presencia del COVID-19, y la pandemia que albergó a todo México, contribuyó en la ciudad de Saltillo, Coahuila, al descenso de accidentes vehiculares.
Según la Comisaría de Seguridad Pública, hasta un 80 por ciento disminuyeron los accidentes fatales provocados por la ingesta de alcohol combinada con el manejo de vehículos automotrices.
De las principales restricciones que existieron durante la pandemia del coronavirus, en semáforo epidemiológico rojo, fue el cierre temporal de bares y cantinas, y la postergación de eventos sociales.
Esto contribuyó a que no se vendiera alcohol y se evitaran accidentes, sin embargo, esto ha cambiado.
A casi un mes de estar en semáforo epidemiológico verde, la ciudadanía saltillense ya no respetó la restricción de no asistir a fiestas, eventos sociales y lugares de esparcimiento, donde el factor común es la ingesta excesiva de alcohol.
Al salir de este tipo de eventos, mucha gente maneja vehículos en estado de ebriedad, lo que pone en riesgo la vida.
Tan sólo en una noche, este fin de semana se registraron más de cinco accidentes de los cuales dos fueron fatales.
Esto es un índice que sobrepasa ya el 90 por ciento en promedio de las muertes que existieron en más de un año en la capital de Coahuila, en el rubro específico de accidentes con características de ingesta de alcohol.
