Oscar G., joven estudiante de ingeniería en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro se suicidó por motivo de su padecimiento crónico depresivo, que durante tres años sufrió y lograba controlar.
Sin embargo, al no percatarse de esto, aparentemente un maestro del plantel lo llevó hasta el límite de cometer suicidio.
Según compañeros de Óscar, el docente Miguel Pérez siempre ha sido intransigente, caracterizado por su prepotencia contra alumnos y otros maestros.
Él y otros profesores señalados, como “Marco” y “Tafolla”, gustan de hostigar a los alumnos hasta sacarlos de sus cabales.
Una alumna, presunta víctima de este clan, repitió clases con “Tafolla” quien, al verla en su salón de clases, desde el primer día le amenazó con reprobarla de nuevo: “si ahora no afloja, la vuelvo a reprobar”, habría comentado frente a varios compañeros.
Sin embargo, aunque se denunció el hecho, el catedrático se escudó en haber usado mal los términos y haber sido malentendido.
La estudiante, quien ha declarado los hechos, reprobó de nuevo todos los semestres, aunque cumplió con sus tareas y acreditó exámenes.
Alumnos describen que estos maestros manipulan los resultados de los exámenes considerando que utilizan preguntas ambiguas con respuestas no específicas, a las que llaman “preguntas de rescate”, pero que en realidad sirven para poder reprobar a diestra y siniestra, a su gusto.
Según testigos, en varias ocasiones el joven Oscar G. fue llevado al límite, expulsado del salón, cuestionado inclusive en una ocasión por su orientación sexual frente al grupo por el mismo catedrático Miguel Ángel Pérez Rodríguez, quien esa ocasión lo orilló al llanto y logró que se saliera del aula.
Analizando su situación académica, Oscar G. figura en el sistema de la UAAAN como un alumno promedio de buenas calificaciones, a excepción de la asignatura que marco su trayectoria universitaria, donde fue reprobado varías veces por el profesor Miguel Ángel Pérez.
Los hechos trágicos que llevaron al alumno a atentar contra su propia vida, derivaron de que, en su último semestre de carrera, habría sido víctima de hostigamiento y reprobado injustamente.
Ahora sus compañeros claman justicia, y protestarán abiertamente y denunciarán a los maestros que han sido factor de que varios alumnos hayan sufrido lo que Jorge G. aunque no hayan llegado a tan trágicas consecuencias.
