Washington, Post. – (Agencias) Sin duda, el deseo de vacunarse contra el coronavirus está en la mente de muchos estadounidenses. Pero la decisión de tomarse una selfis no ha sido tan en blanco y negro, reconoce Meryl Kornfield, articulista de The Washington Post.
La gente en Estados Unidos está dividida con la tendencia de subir una selfis después de vacunarse. Conforme más gente es vacunada, 47.2 millones han recibido dos o una dosis de vacuna, el debate se está desarrollando en línea y en papel.
“Enfría los selfis por un tiempo”, publicó el Boston Globe en su columna de opinión. Por su parte, Brit Trogen de The Atlantic escribió: “Adelante, comparte tu selfis de vacuna”.
Algunas personas han demostrado su desprecio a estos selfis sonrientes, ya que el virus a matado a más de medio millón de norteamericanos y a más de 2.5 millones en el mundo. Y la mayoría de los estadounidenses no han sido vacunados.
Sin embargo, los expertos en salud pública esperan que las fotos de las personas vacunándose ayuden a sus conexiones en las redes, de las cuales muchas estan renuentes, a convencerse de que deben vacunarse.
De acuerdo con una reciente encuesta de AP/NORC, 1 de cada 3 estadounidenses dijeron que en definitiva o probablemente no se vacunarán.
El periodista Miles Howard escribió en la columna del Boston Globe que publicar una selfi es jactancioso y podría terminar infundiendo pánico a la gente de perdérsela, lo que provocaría una multitud asaltando los centros de vacunación.
También ponen de relieve las desigualdades, ya que las personas de un nivel económico superior han tenido mayor facilidad de vacunarse.
«Por todos los medios celebrar, pero celebrar en privado», dijo Alan Drummond, un médico de emergencia canadiense, a otros médicos en declaraciones para la Conversación, una sala de redacción en línea centrada en la academia.
«Simplemente no lo hagas tan público cuando muchos de tus colegas están lidiando con sus propias ansiedades y temores. Lo entendemos, estamos felices por ti. Simplemente no frotes sal en nuestras heridas.»
En un marcado contraste, Trogen calificó, en su artículo en The Atlantic, que la publicación de los selfis es un “servicio social”. El momento de emoción que se captura vale la pena publicarlo para contrarrestar las historias compartidas por los grupos antivacunas.
«Las miles de fotografías de trabajadores de la salud que se transportan a la lente de la cámara o derraman lágrimas de alegría y alivio ofrecen una profunda contraparte emocional a las abrumadoras estadísticas de la pandemia», publicó Trogen.
