Cierro los ojos y respiro profundamente, escuchando el cántico de las aves en medio del silencio, de pronto, como si las constelaciones se pusieran de acuerdo democráticamente, me llevan al pasado más lejano de mi vida. Así, , me encuentro en un castillo donde imperó la magia, el amor y la ternura, fue mi hogar durante 9 meses, no recibía más que amor durante los 60 segundos de cada minuto , de cada hora, de cada día. No existía el miedo, estaba protegido plenamente por el corazón de mi madre, por el cariño sublime de esas madres tiernas de aquellos tiempos.
Ese si era un mundo mágico, porque no se construía con dinero, ni con el material más caro del mundo, cada milímetro del cimiento y en sí toda su construcción era con base en el amor, amor sublime de una madre.
He leído muchos poemas de amor en la vida, pero ninguno que exprese toda la ternura de un hombre , todo el amor que puede existir en un ser humano, que ilustre cómo se exprime al unísono el corazón y el alma de un hombre para sacar todo, todo su amor, como aquel poema titulado “ El brindis de un bohemio “. Aquí comparto unas líneas de esos exquisitos sentimientos:
“Yo no brindo por ella compañeros, siento por esta vez no complaceros, brindo, brindo por la mujer, pero no por una , la que me brindó sus embelesos y me envolvió en sus besos: por la mujer que me arrulló en la cuna .
por la mujer que me enseñó de niño lo que vale el cariño exquisito, profundo y verdadero, por la mujer que me arrulló en sus brazos y que me dio en pedazos, uno a uno el corazón entero.
Por mi madre bohemios!!
Por esa brindo yo…
Dejad que llore…”
He visto en muchas ocasiones la manera en que se desvanece la armonía familiar, la interacción , cuando fallece la mamá.
A quienes aún la tienen, demuéstrale todo su amor y respeto. A quienes ya la vieron partir , igual mándenles su amor, seguramente llegará hasta el cielo, desde les bendice con infinita ternura, pues el amor no tiene límites. No se rindan, eso no desearía su madre, hónrenla siendo grandes, nobles personas, honestos.
Felicidades a todas las mamás , por haber dado vida y permitir que vinieramos a este mundo maravilloso, especialmente, con cariño y respeto a esas tiernas y dulces madres de antaño que con sus bendiciones blindan de todo mal a sus hijos , pues lo hacen desde lo más profundo de su Fe y de su corazón .
El ruido del contacto de las alas de las aves con el viento, interrumpen mis pensamientos. La verdad es que fue tan bella mi vida en ese castillo y toda mi trayectoria al lado de mi madre hasta hoy en día y para agradecer y corresponder aunque sea un poco a lo mucho que me dio, la vida, para mi, siempre es día de la madre.
