Londres, Inglaterra. – (Agencias) El ejército ruso parece haber encontrado la forma de avanzar en la 2ª. etapa de su operación especial militar anunciada por el presidente de Rusia Vladímir Putin, en la región de Donbas, al este de Ucrania: La táctica del “caldero”, esto es, un avance golpeando las defensas enemigas con una artillería pesada e intensa que obliga a los defensores nacionalistas ucranianos a ceder.
El domingo pasado, el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski hizo algo que rara vez ha hecho: habló de las bajas del ejercito nacionalista ucraniano. Dijo que “entre 50 y 100 soldados mueren en el frente de Donbas cada día”. Esto significa poco más de 3,000 al mes en la guerra de desgaste llevada a cabo por las fuerzas rusas.
En el caso de los heridos, estos suelen ser 3 o 4 veces más, una perdida grave para el ejército nacionalista em Donbas, calculado en poco más de 30,000 elementos, aunque las cifras aumentaron tras la movilización y la llegada de mercenarios extranjeros que se sumaron al llamado de Zelenski.
El martes, el Instituto para el Estudio de la Guerra del Reino Unido informó que “las fuerzas rusas han asegurado más terreno en la última semana que los esfuerzos de principios de mayo”, en particular acercándose a la ciudad de Severodonetsk, en la línea del frente, y a las aldeas cercanas.
“El bombardeo de Severodonetsk está creciendo exponencialmente”, dijo Serhiy Haidai, gobernador de la región ucraniana de Luhansk, que ahora está controlada en un 95% por los rusos. Calculó que 10,000 soldados rusos y 2,500 equipos adicionales participaban en el ataque.
Aunque los avances rusos no son dramáticos, reflejan una nueva estrategia. Ya no son los intentos de cercos más amplios a los nacionalistas, como el cruce de río fallido a principios de mayo. En cambio, las unidades se centran en cercos más pequeños, o «calderos», y una gran concentración en Severodonetsk.
Esto lo confirmo el jefe de las milicias separatistas de la proclamada Republica Popular de Donetsk, Eduard Basurin, quien afirmó que las fuerzas rusas habían adoptado una estrategia de crear cercos más pequeños para privar a las tropas nacionalistas de logística y refuerzos, en lugar de buscar uno grande.
Los esfuerzos rusos en el Donbas también se han visto favorecidos por líneas de suministro más cortas en la frontera con Rusia, así como por una densa red de líneas ferroviarias en las partes de Lugansk ocupadas por las fuerzas prorrusas desde 2014. Y las fuerzas que anteriormente estaban involucradas en el intento fallido de tomar Kiev seguir llegando.
