Naipydó, Birmania. – (Agencias) El gobierno militar golpista ha respondido a las protestas contra el golpe sacando los tanques a las calles e interrumpiendo el Internet.
El aumento del descontento contra el golpe militar y la salida de los tanques ha generado una terrible sensación de inseguridad entre la población que teme que los militares lancen un ataque en contra de las manifestaciones.
El relator especial de las Naciones Unidas en Birmania, Tom Andrews, ha acusado a los generales de “declararles la guerra a los ciudadanos” y ha advertido que deben ser consecuentes y que “tendrán que pagar sus actos”.
Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz y líder electa por mayoría continúa retenida por los militares acusada por posesión de radios de comunicación importados no registrados. Se espera que este miércoles inicie su juicio.
El arresto de Suu Kyi, cuya liberación se esperaba este lunes, desató las protestas de la ciudadanía, lo que su detención prolongada ha empeorado las cosas.
En la protesta de Mandalay, la segunda ciudad más grande del país los manifestantes portaban carteles con leyendas como “¡Libertad a nuestro líder!” o “¡dejen de arrestar a la gente en la noche!”.
En las calles se puede ver a la gente portando carteles con las iniciales “CDM”, en referencia al movimiento “Civil Disobedience Movement” (Movimiento de Desobediencia Civil), donde doctores, ingenieros y demás profesionales se niegan a trabajar hasta que se libere a Suu Hyi y demás líderes políticos detenidos y regresen el poder.
Este domingo, embajadores europeos y norteamericanos exigieron a las fuerzas armadas de Birmania que cesasen la violencia hacia los manifestantes, que «piden la reinstauración de un gobierno legítimo».
