Kiev, Ucrania. – (Agencias) De acuerdo con el Pentágono, cerca del 20% de las tropas rusas que se encontraban alrededor de Kiev, incluidas las que comandaron el sitio a la planta nuclear de Chernóbil, se han puesto en movimiento hacia el norte, con algunas cruzando a Bielorrusia.
Sin embargo, el Departamento de Defensa de Estados Unidos no considera estos movimientos como una prueba positiva de que el gobierno ruso cumplirá su promesa de bajar la intensidad de los ataques a Kiev y a otras ciudades del norte, en lo que Moscú caracterizó como una señal de buena voluntad en las conversaciones en curso.
Moscú había declarado el fin de la primera etapa de la operación especial, como Rusia llama a la invasión, y que se centraría en la zona de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. Esto lo confirmó la evaluación del Pentágono, de que Rusia tiene la intensión de “reacondicionar estas tropas, reabastecerlas y probablemente las emplee en otras partes de Ucrania”, dijo el portavoz John Kirby, señalando que la región de Donbas, la región separatista se ha convertido en la principal prioridad del Kremlin a medida que las tropas rusas enfrentan una fuerte resistencia en oste del país.
Si el gobierno de Moscú hablaba en serio sobre sus intentos de reducir la escalada, “deberían enviarlos a casa”, dijo Kirby. “Pero eso no es lo que están haciendo. Al menos no todavía.»
También comenzaron a dirigirse al norte, pequeños grupos de tropas rusas cerca de la ciudad norteña de Chernihiv y la ciudad nororiental de Sumy, alejándose de estas ciudades, dijo Kirby. Sin embargo, dijo el portavoz, el ejército ruso continúa realizando ataques con cohetes y misiles a Kiev.
Un alto funcionario de defensa estadounidense, que habló bajo condición de anonimato bajo los términos establecidos por el Pentágono, afirmó el miércoles que las tropas rusas también habían comenzado a abandonar Chernóbil, uno de los primeros objetivos capturados a finales de febrero. El movimiento fue informado por primera vez por la Agencia France-Presse.
Chernóbil fue escenario en 1986 del peor desastre nuclear del mundo, dispersando una nube radiactiva sobre partes de Europa y dejando suelo contaminado en el sitio que sigue siendo un peligro.
