Washington, D.C. – (Agencias) El Comité de la Cámara de Representantes que investiga el mortal ataque al Capitolio, centro del poder legislativo de Estados Unidos, aquel 6 de enero de 2021, después de realizar más de 1,000 entrevistas y recopilar más de 140,000 documentos, declaró que ese día fue la culminación violenta de un “golpe de estado”, reportó The Washington Post.
El jueves por la noche, en una rara audiencia televisada en cadena nacional, los nueve miembros del panel de investigación sobre los hechos del 6 de enero de 2021 declararon que Trump, quien habían perdido las elecciones del 2020, mintió al pueblo estadounidense diciendo que su derrota se debió a un monumental fraude electoral y luego trabajó arduamente para “subvertir la democracia”.
El Comité inició su presentación haciendo un claro recordatorio de la feroz violencia desatada ese día por la turba enardecida, para después presentar una escalofriante compilación de videos nunca vistos del asalto de la multitud que irrumpe en el edificio, incluyendo imágenes de lo asustados asistentes que se dispersan dentro de la oficina del líder de la minoría, el republicano Kevin McCarthy, un aliado de Trump, de acuerdo con The Washington Post,
Le siguieron el testimonio en vivo de dos testigos sobre sus desgarradoras experiencias ese día en el Capitolio. De la oficial de la policía del Capitolio, Caroline Edwards, que resultó gravemente herida cuando los alborotadores seguidores de Trump entraron por la fuerza, describió la escena como “una carnicería”; y la del cineasta británico Nick Quested, que se integró y documentó las actividades de un grupo de supremacistas y extremistas blancos, los Proud Boys, dijo que vio a la multitud “pasar de manifestantes a alborotadores y luego a insurrectos”.
Al abrir la audiencia, el presidente del Comité de la Cámara, el demócrata Bennie G. Thompson, representante por Mississippi, dijo que “la violencia no fue un accidente”. “Representó la última y más desesperada oportunidad de Trump para detener la transferencia de poder. Y, en última instancia, Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, incitó a una multitud de enemigos internos de la Constitución a marchar hacia el Capitolio y subvertir la democracia estadounidense”, agregó.
Liz Cheney, representante republicana que votó a favor del juicio a Trump y vicepresidenta del Comité, en una declaración acompañada con fragmentos de testimonios recopilados por el Panel, incluidos los de Ivanka Trump, su esposo Jared Kushner y asesores cercanos a Trump, prometió que el comité explicaría en las próximas semanas la multi-estrategia de Trump para subvertir la democracia y permanecer en el poder a pesar de haber perdido las elecciones.
De los fragmentos reproducidos por Cheney, se encuentra el del Fiscal General de Trump, William P. Barr, donde le dice a Trump que sus afirmaciones eran “puras tonterías”. Ivanka Trump reaccionó a la seguridad de Barr. “Respeto al fiscal general Barr, así que acepté lo que decía”, declaró al comité.
A pesar de eso, Trump continuó con su objetivo: invalidar la elección. El presidente trató de usar los recursos de la administración, incluido el Departamento de Justicia para anular la votación y luego presionó al vicepresidente, Mike Pence, para que desechara los votos del colegio electoral a favor de Biden el 6 de enero de 2021, dijo la representante Cheney. Una ves que estalló la violencia, Trump no solo no actuó para detenerla, sino que animó a la turba de seguidores.
Cheney dijo que “el presidente, consciente de los cánticos de los agitadores de ‘cuelguen a Mike Pence’, respondió ‘tal vez nuestros partidarios tienen la idea correcta, Mike Pence se lo merece’”. Cheney, cuya decisión de unirse a los demócratas para llevar a cabo la investigación le ha valido un serio enfrentamiento en las internas del Partido Republicano y la enemistad de Trump, dirigió palabras severas a sus correligionarios republicanos que han desestimado el trabajo del Comité: “Les digo esto a mis colegas republicanos que defienden lo indefendible: llegará un día en que Donald Trump se haya ido, pero su deshonra permanecerá”.
Sin embargo, los momentos más dramáticos de la noche pertenecieron a la oficial Edward, que nunca había contado su historia en público. Describió con vívidos detalles cómo se enfrentó a los extremistas en un estacionamiento de bicicletas que estaba bloqueando una de las aceras que conducían al Capitolio. La turba paso por arriba de ella, dejándola inconsciente. Le produjeron una severa lesión cerebral traumática. Fue el primer oficial caído ese día.
Recuerda haber visto a otro oficial sosteniéndole su cabeza cuando empezó a recuperarse, era Brian D. Sicknick. “Él estaba pálido como esta hoja”, mientras levantaba una hoja en blanco que tenía enfrente de ella. Sicknick fue llevado al hospital y murió poco después por causas naturales, según el dictamen del forense, pero que los eventos de ese día condujeron a esa condición.
Era “solo una escena de guerra”, dijo, con oficiales heridos rodeándola. “Estaban sangrando, estaban vomitando, yo estaba resbalando en la sangre de la gente”, dijo. “Fue una carnicería, fue un caos. Ni siquiera puedo describir lo que vi. Nunca en mis sueños más locos pensé que, como oficial de policía, me encontraría en medio de una batalla”. Edward compartió un largo abrazo con la viuda de Sicknick, Sandra Garza, que se encontraba sentada en la primera fila, después de que terminó la audiencia.
En total, ese 6 de enero, 140 policías resultaron heridos, cinco personas murieron en el ataque o inmediatamente después.
Edward, relató que ese día y en los días posteriores “fui llamada traidora a mi patria, a mi juramento y a mi Constitución”. “En realidad, yo no era ninguna de esas cosas”, dijo. “Yo era un estadounidense que se enfrentaba cara a cara con otros estadounidenses y me preguntaba muchas, muchas, muchas veces cómo habíamos llegado hasta aquí”.
En una declaración el jueves, Trump escribió sobre los eventos violentos de ese día: “El 6 de enero no fue simplemente una protesta, representó el mayor movimiento en la historia de nuestro país para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”.
Una encuesta en febrero pasado de CNN, sobre las elecciones en Estados Unidos, encontró que el 65 por ciento de los estadounidenses caracterizó el ataque del 6 de enero como una “crisis” o un “problema importante” para el país. Pero una encuesta del Washington Post-ABC en mayo, encontró más opiniones divididas sobre el trabajo del comité de la Cámara. El 40 por ciento de los estadounidenses creen que el panel está realizando una investigación «justa e imparcial» de los eventos que rodearon el ataque, contra el 40 por ciento de los encuestados que dicen que el comité no es justo ni imparcial.
