Internacional

Trump y Pence se baten a duelo por el voto republicano

Los dos antiguos compañeros de la formula republicana en la Casa Blanca, Donald Trump y Mike Pence, aparecieron en dos eventos rivales en Arizona, poniendo todo en juego antes de las elecciones intermedias en Estados Unidos

Phoenix, Arizona. – (Agencias) Las fuerzas al interior del Partido Republicano se revuelven ante la fuerte influencia que el expresidente Donald J. Trump ejerce aún en el electorado estadounidense, que han obligado a los republicanos opositores a Trump a declarar la batalla de todas las batallas por el Partido Republicano, que se vislumbra con poco éxito en el futuro próximo.

Los dos antiguos compañeros de la formula republicana en la Casa Blanca, Donald Trump y Mike Pence, aparecieron en dos eventos rivales en Arizona, poniendo todo en juego antes de las elecciones intermedias en Estados Unidos.

Donald Trump en Arizona

Middie Palazuelos, de 27 años, manejo cerca de 322 kilómetros e hizo fila durante cinco horas bajo un sol abrazador para ver a Donald Trump en un evento de campaña de los candidatos que respalda el expresidente para las próximas elecciones primarias del Partido Republicano en Arizona.

“Arreglar nuestro sistema electoral es fundamental. Es por eso por lo que Karry Lake es mi número 1 para gobernadora, porque no deja de hablar sobre las elecciones”, dijo Palazuelos, una trabajadora de tecnologías de la información (TI) de Tucson, mientras el éxito de Abba “The Winner Takes it All “sonaba a través de los altavoces. “Por supuesto que el respaldo de Trump significa algo”.

Las afirmaciones falsas, constantes y combativas sobre el fraude electoral de Karry Lake, le valió el apoyo de Trump en la carrera por la candidatura a la gobernatura de Arizona en enero, lo que le ayudó a la expresentadora de noticias de Fox News y partidaria de Barack Obama avanzar en la carrera por la nominación republicana.

Karry Lake (i) y Donald Trump (d)

Al mismo tiempo de la visita de Trump a Arizona tuvo lugar la de Mike Pence, quien habló a su vez en dos mítines de campaña de Karrin Taylor Robson, la principal rival de Lake en las primarias republicanas, en el estado considerado un campo de batalla clave a nivel nacional, y quien no calificó las elecciones presidenciales de 2020 como fraudulentas.

Muy significativo, fue el hecho de que el enfrentamiento entre los dos excompañeros se diera un día después de que el Comité de la Cámara de Representantes, que investiga el intento de golpe de estado aquel fatídico 6 de enero de 2021, afirmó que la negativa de Trump a detener a la turba violenta que atacó el Capitolio durante tres horas equivalía a una negligencia en el cumplimiento del deber, e hizo público de que Trump aprobó, o al menos, no impidió, que la turba gritara “cuelguen a Mike Pence”. El duelo entre estos dos excompañeros señala una guerra de poder a poder por el Partido.

Arizona es importante en el escenario nacional, con las primarias fijadas para el 2 de agosto próximo que serán una prueba de fuego para la destreza del respaldo de Trump antes de las elecciones intermedias, donde los republicanos esperan ganar las elecciones intermedias en el estado, clave para recuperar el Senado y la casa. Así lo subrayó el duelo entre estos dos excompañeros.

Mike Pence (c) y Karrin Taylor (d)

“Trump sigue teniendo un control estricto sobre el partido republicano en el estado, pero veremos si las audiencias del 6 de enero han hecho que muchos de ellos decidan que quieren algo menos rimbombante”, dijo Julie Erfle, consultora de comunicaciones con sede en Phoenix. y comentarista política.

El lugar del duelo Trump-Pence del viernes por la noche, fue a unos 144 kilómetros (unas 90 millas) de Phoenix, en el valle de Prescott, uno de los lugares más republicanos del estado, con profundas corrientes de racismo, incluida la presencia de grupos de supremacistas blancos como los Proud Boys, los Tres Porcentajes y los Guardianes del Juramento.

Fue en gran medida el espectáculo de Trump, con aparición de personajes teóricos de la conspiración de extrema derecha, incluido el jefe de MyPillow, Mike Lindell, el exaguacil Joseph Arpaio, el candidato a fiscal general del estado apoyado por Trump, Abe Hamadeh, y el miembro del grupo de milicianos Oath Keepers (los Guardianes del Juramento), Mark Finchem, candidato a secretario de estado apoyado por Trump. Todos han repetido las afirmaciones falsas del fraude electoral de 2020.

Trump subió al escenario entre entusiastas aplausos y reitero sus habituales quejas infundadas sobre el fraude electoral descarado de la izquierda radical. Sin embargo, el publico parecía aferrarse a cada una de sus palabras.  “Votaré por todos los respaldados de Trump, y por él en 2024. ¿Pence? Es un Rino y un traidor, no se puede confiar”, dijo Kelly Ciccone, de 58 años, refiriéndose a la forma abreviada de republicano solo de nombre.

Más temprano por la mañana, Pence apareció en un evento de campaña pequeño pero enérgico con Taylor en Peoria, un suburbio de Phoenix, junto al gobernador republicano saliente, Doug Ducey. La candidata, una desarrolladora a favor de las armas, contra el derecho a elegir y contra la inmigración, se ha subido día rápidamente en las encuestas después de inyectar 13 millones de dólares de su propia bolsa a la campaña.

No es la primera vez que se Pence se enfrenta a su exjefe. En mayo pasado, Pence apoyó al actual gobernador de Georgia, Brian Kemp, que al igual que Ducey fue atacado por Trump por su negativa a anular los resultados de las elecciones de 2020 en su estado. En esa ocasión, Kemp aplastó al candidato de Trump en las primarias, David Perdue, con más del 50% de los votos.

Mike Pence en el mitin de apoyo a Brian Kemp

No está claro si Pence, que ha estado haciendo campaña por candidatos en todo el país, planea lanzar una candidatura presidencial para 2024, pero tal como están las encuestas ahora, solo Ron DeSantis, el gobernador de Florida de línea dura parece capaz de desafiar a Trump. El diario inglés The Guardian, realizó una encuesta donde una docena de votantes republicanos entrevistados se dividieron, más o menos equitativamente, entre Trump, Pence y DeSantis como su elección para 2024.