Nashville, Tennessee- (Agencias) Llegó el tan esperado último debate, con un formato que permitió, esta vez, mayor fluidez mientras se desarrolló a diferencia del anterior debido al control sobre los micrófonos. De acuerdo con The Washington Post, está vez se pudo conocer algunas de las diferencias sustanciales entre los dos candidatos, uno de ellos gobernara Estados Unidos.

Lo primero que hicieron los candidatos fue tratar imponer una imagen del contrincante. Trump trató de pintar a Biden como un político lleno de escándalos y fracasado después de décadas en el cargo, mientras que Biden trató a Trump como un demagogo que abusó “criminalmente” de los migrantes y un incapaz ante la pandemia del coronavirus.
Trump trató de pintar a Biden como una marioneta de las fuerzas socialistas de su partido, a lo que Biden respondió de una manera contundente, algo que había estado ausente en gran parte de su campaña. «Es un tipo muy confundido. Cree que se está enfrentando a otra persona», dijo Biden. «Está compitiendo contra Joe Biden. Enfrente a todas esas otras personas porque no estaba de acuerdo con ellos».
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Uno de los momentos más acalorados del debate fue la política de Trump de separar a las familias de los migrantes en la frontera. De acuerdo con la información oficial, no se han podido encontrar a los padres de 545 niños que fueron separados de sus familiares.
“Los niños separados han sido muy bien atendidos” respondió Trump, y a continuación se dirigió a la moderadora Kristen Welker de NBC, pidiéndole que le preguntara a Biden “¿Quién construyó las jaulas?”, algo que había ocurrido en tiempos de Obama.

Biden, mostrando un enfado que no lo había hecho durante el debate, sacudió la cabeza y dijo que las separaciones familiares habían hecho de los Estados Unidos el hazmerreír del mundo. «Es criminal! ¡Es criminal!», insistió.
Trump tuvo que gastar tiempo para responder los ataques a una amplia gama de cuestiones políticas, y de carácter, que le lanzó Biden.

Trump atacó con una serie de acusaciones de corrupción familiar a Biden, sin haber presentado ninguna prueba. A lo que este contesto: “Hay una razón por la que ha planteado todas estas estupideces”. Volteando a la cámara, Biden dijo: «No quiere hablar de los temas sustantivos. No se trata de su familia y de mi familia. Se trata de tu familia. Y tu familia está sufriendo mucho».
Al no funcionarle a Trump el ataque de la corrupción familiar, tomo otra estrategia de ataque, describiendo a Biden repetidamente como un político fracasado. «Ha estado en el gobierno 47 años, nunca hizo nada», dijo Trump. En un momento, Trump preguntó “¿Por qué no lo hizo hace cuatro años?”, señalando que él había entrado a la política por los fracasos de Biden. «Llegue por ti”.

En los primeros minutos del debate, era evidente que ambos candidatos estaban tratando de abstenerse de interrumpir uno al otro. «Me gustaría responder si me permites», dijo Trump en un momento dado, agregando «gracias» cuando le fue cedida la palabra por Welker.
Sin embargo, el esfuerzo se fue haciendo más tortuoso conforme avanzaba el debate, con Trump gruñendo y sacudiendo la cabeza, y Biden apretando los dientes y sofocando la risa mientas esperaban que el otro terminara.

Sin lugar a dudas, el telón del debate, y de las elecciones, es la pandemia mundial de Covid-19 que ha causado la muerte a más de 220,000 estadounidenses y golpeando la economía de la nación americana. Y esto se ha reflejado en las preferencias electorales.
El manejo de la crisis por parte de Trump es una de las razones de los malos resultados en las encuestas de los últimos meses, y su falta de introspección después de contraer el virus el mismo ha alarmado a sus asesores, ya que su enforque desafiante a la enfermedad esta haciendo que se pierdan los últimos votantes indecisos.
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Trump quiso atajar el tema diciendo que “Estamos dándole el giro (a la enfermedad)”, a lo que Biden respondió repetidamente con el número de muertos. «Cualquiera responsable de tantas muertes no debe permanecer como presidente de los Estados Unidos de América», dijo Biden.
Desde los primeros momentos, el contraste en el debate fue claro. Biden entró con un cubrebocas, mientras Trump entraba sin uno. Trump se había burlado previamente de Biden por usar un cubrebocas y ha calificado de equivocación el uso de las cubiertas faciales.

Trump trató de atacar a Biden por los supuestos negocios extranjeros de su hijo Hunter. El presidente acusó a Biden de ser un político «corrupto» y afirmó, sin pruebas, que le habían pagado 3.5 millones de dólares a Rusia.
«Creo que le debes una explicación al pueblo estadounidense», dijo Trump, dirigiéndose a Biden. «Creo que tienes que limpiarlo y hablar con el pueblo estadounidense, tal vez puedas hacerlo ahora mismo». Biden ofreció una negación contundente: «No he tomado ni un centavo de ninguna fuente extranjera en ningún momento de mi vida», y luego le dio la vuelta a la mesa Trump.

Y contratacó al exponerlo por tener una cuenta bancaria en China, lo criticó por hacer negocios con sus hoteles y campos de golf en el extranjero, entre los que se encuentra China, mientras, por el otro lado, no daba a conocer sus declaraciones de impuestos. «¿Qué estás escondiendo?» dijo Biden. «Las empresas extranjeras te están pagando mucho.»
El tema del racismo también provocó un choque. Varias veces Trump insistió en que era «la persona menos racista en esta sala» y afirmó que ha hecho más por la comunidad negra que cualquier otro presidente antes que él, con la «posible» excepción de Abraham Lincoln.

Biden, hizo un gesto hacia Trump y replicó: «‘¡Abraham Lincoln!’ aquí está uno de los presidentes más racistas que hemos tenido en la historia moderna. Vierte combustible a cada fuego racista, cada uno de ellos».
Biden cometió lo que quizá pueda ser un grave error. La declaración de que su objetivo era deshacerse de la industria petrolera puede tener consecuencias en los estados productores. Biden lo trató de aclarar después del debate. «No vamos a deshacernos de los combustibles fósiles», dijo. «Vamos a deshacernos de los subsidios para los combustible fósiles».

El impacto político de este debate puede ser poco debido al nivel récord de votación anticipada. Más de 45 millones de estadounidenses ya han emitido su voto, según un recuento del politólogo Michael McDonald de la Universidad de Florida. El número de votos emitidos asciende a más de un tercio de todos los votos es contabilizados en 2016.
Al finalizar el debate, había un ligero sentimiento de que Trump había logrado poco en recuperar significativamente el terreno perdido en la urnas mientras enfrentaba a una pandemia mortal y una economía en picada.