Madrid, España. – (Agencias) Al detener a Michael Martin Hoseyni en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, donde ya lo estaban esperando, la policía le preguntó “¿A qué has venido?”, y él solo respondió: “ya los saben”. Está acusado de matar a su mujer el día de navidad, en los apartamentos de La Alcaidesa, en la localidad gaditana de Los Barrios, en Cádiz.
Hoseyni huyó. Se fue de España. Viajó a Italia, Reino Unido y Estados Unidos, donde vivía con su esposa, para terminar en las rejas. De acuerdo con el diario español ABC, está historia tiene dos partes: Un viaje soñado y una ruta hacia la nada.
Michael Matin Hoseyni, de 54 años, y su mujer Yana Rose, de 41, residentes en Denver, en los Estados Unidos, decidieron hacer el viaje soñado por Europa a finales del año pasado. El 3 de diciembre llegaron a España procedentes de Italia, y atravesaron toda la costa mediterránea desde Cataluña hasta Cádiz. El 22 de diciembre, se alojaron en La Alcaidesa y pasaron ahí la Noche Buena y la Navidad. A Yana, de origen ruso, la vieron disfrutando sus vacaciones el 25 de diciembre.
Ahí empezó la ruta hacia la nada, aunque eso se supo mucho después. El 9 de enero, una amiga de Yana se presentó en la comisaría de Abastos en Valencia. Declaró que se habían conocido por las redes sociales y que no podía conectar con ella, por lo que hace la denuncia de la desaparición.
La policía, inició la búsqueda que los llevó al hallazgo del carro alquilado por Hoseyni, un Ford Kuga negro, estacionado en el aeropuerto de Milán, en Italia. Allí, la policía confirma que había tomado un vuelo a Reino Unido y de ahí a Estados Unidos, dos días después de la denuncia de la desaparición.
La investigación que sigue el Grupo de Desaparecidos de la UDEV Central de la Comisaría General de la Policía Judicial, los conduce hasta los apartamentos de La Alcaidesa en Los Barrios, en Cádiz, donde revisan las grabaciones de las cámaras de seguridad. En una de las grabaciones, observan como la victima era arrastrada por los tobillos por quien parece ser su marido, que la mete al maletero del vehículo como un bulto, muerta.
A partir de ahí, comenzó la cacería de Michael Martin Hoseyni, mecánico de una negocio de compra y venta de automóviles en Denver. Con orden judicial, siguen el rastro. El coche, la tarjeta de crédito y las antenas de su celular conforme se va moviendo.
Participan en la cacería, policías de Cádiz, Granda, Jaén, Murcia y Valencia, lugares que recorrió con el cuerpo de su mujer en el maletero. En este último, se queda un tiempo antes de seguir su viaje a Barcelona. Los agentes se cuestionan el por qué de la parada, lo que suponen fue por Yana.
La policía encontró el cuerpo sin vida de Yana el 21 de enero, en un paraje boscoso de Alzira, Valencia, muy cerca de un polígono industrial. El cuerpo estaba semienterrado, el marido la había enterrado con prisa. La identificación fue fácil, ya que los agentes conocían que la víctima tenía un piercing en el ombligo y una cicatriz de una operación de apendicitis.
De acuerdo con la investigación de las grabaciones, la policía descubrió que Michael había comprado, en una empresa de suministros industriales el 27 de diciembre, una pala, una hacha, unos guantes de corte y un cúter, que encontraron junto al cuerpo.
También en la investigación intervino el FBI. El pasado 26 de enero, el enlace de esta agencia en la embajada de Estados Unidos en Madrid, informó que los agentes del U.S. Marshall tenían conocimiento de que el sospechoso se disponía a viajar a España en los siguientes días. La policía montó el operativo. A las 9 de la mañana del 28 de enero, al aterrizar en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, la policía puso las esposas a Michael Martin Hoseyni.
