Estatal

Casi un mes internada y no la operan en IMSS

La señora Esperanza Reyes San Juan de 70 años de edad, ingresó al IMSS por fractura de fémur el primero de agosto, a 27 días no la han operado y además de la fractura ya presenta retención de líquidos e intoxicación por tanto medicamento y suero suministrado.

La queja pública la interpuso su hijo Hidai Santos, quien tuvo que venirse desde Querétaro para estar con su madre, pero nunca pensó que se fuera a prolongar tanto su estadía en el hospital.

Recalcó que no ha sido otro factor más que el de la desorganización, por el que su madre no ha sido atendida y relató lo que han vivido en este casi mes de internamiento innecesario. 

 “Mi mamá entró a la clínica 7 por urgencias por fractura de fémur derecho, el primero de agosto, el día dos la trasladaron al hospital Amparo Pape, diciendo que el jueves la operarían y no fue así.

Además de que no la operaron, no se nos dio la atención como derechohabientes del Seguro a pesar de que ellos nos enviaron y la trasladaron directamente, porque incluso tuvimos que comprar algunos medicamentos de 180 pesos cada uno y otros de 290 pesos.

“Nos pidieron hasta 6 donadores de sangre y si se les pusieron pero no la han operado”.

Durante 3 semanas estuvo doña Esperanza en el hospital Amparo Pape y cada semana les decían que la operarían pero no lo hacían, hasta el martes de la semana pasada, la regresaron llevaron al IMSS, les dijeron que la operarían al día siguiente y otra vez fallaron.

Finalmente, este miércoles el doctor Rosiano, jefe de Traumatología, prometió a la familia que el jueves (ayer) si la operarían y de nuevo no ocurrió, siendo la cuarta vez en 27 días que le cancelan la operación.

“Estuvimos presionando a los enfermeros porque el doctor Rosiano dijo que ahora si la operarían, pero llegaron los cirujanos hasta molestos diciendo que ellos no sabían nada, que no les habían informado ni tenían conocimiento de nada, le preguntamos a Rosiano y lo único que dijo, es que se le pasó avisarles”.  

La desatención fue tal, que Hidai era el recadero entre ambas instituciones.

“Casi todo el personal se conoce entre un hospital y otro pero en vez de que ellos se comunicaran entre sí, me mandaban a mí, de un hospital a otro y de todas formas no atendieron a mi madre”.

De una fractura de fémur, doña Esperanza ya presenta intoxicación por tanto medicamento, el cual llega al grado de provocarle alucinaciones y además está presentando retención de líquidos por la gran cantidad de suero suministrada y la inmovilidad de tantos días.