Las extensiones de cabello o extensiones capilares es una técnica estética que consiste adicionar mechones de pelo a tu cabellera original para adosar mayor longitud y volumen.
Seguramente alguna vez lo habrás experimentado, aun así, no por ser una de las técnicas más usadas alrededor del mundo significa que es buena para ti ¡Ojo! Conociendo las experiencias con la aplicación semi permanente de modelos internacionales como Naomi Campbell, se deducen problemas referentes a su uso.
Las extensiones de cabello se han tornado polémicas, y se diferencian por diferentes técnicas: Extensiones con adhesivos, extensiones por trenzado, de anillos o grapas, silicona y queratina, fijación con clips. Estos métodos empleados para la fijación de las mismas, varían en mayor o menor grado su nivel de agresión al cuero cabelludo.
Aunque cada técnica afecta en mayor o menor medida, cualquiera de los métodos para lucir extensiones en el cabello es agresivo, siendo menos nocivas las extensiones con clips y en mayor grado las que tienen más permanencia.
El riesgo de que se desprenda el cabello es real, en algunos casos, al desprender la extensión puedes tener la mala suerte de arrancar una voluminosa parte de las hebras capilares; técnicas como la del trenzado pueden degenerar en una irritación mecánica crónica en los folículos pilosos que transforme el cabello cada vez más fino.
La vitalidad y brillo del cabello pueden desmejorar gravemente con la cutícula dañada a raíz del deterior progresivo. Si en algún punto hay una lesión en el cuero cabelludo, pueden aparecer unas pápulas rojas llenas de pus y acompañadas de picor, un síntoma inicial de la foliculitis.
Usarlas de manera ocasional es lo más recomendado, ideales para un evento especial, las extensiones capilares pueden ocasionar también reacciones adversas, tal como una alergia al pegamento usado.
