El domingo 13 de diciembre tuve la oportunidad de presentar junto con Maki Barsaly, el libro de Eduardo Tovar Herrera. QUI INFERNO, ET SAECULARIA. Una obra con sentimientos, aquí la noche no tiene hora, imaginariamente un poeta caminaba por las calles antiguas de Saltillo. La luna es brillante, te invita a disfrutar un momento. La visión se adentra en la cotidianidad que el poeta va observando en sus andanzas. Hay angustias y sufrimientos, por ejemplo, a la mierda le pone un nombre, le narra un poema pecaminoso.
En otra escena evocaron enojo la injusticia del desamor y la infidelidad que tienen ciertas personas. La obra tiene 115 páginas, bajo el sello de editores Cravioto, una casa de cultura ubicada en Torreón, que se dedica a apoyar a los jóvenes creadores. La portada es una bella fotografía que proyecta un paisaje misterioso, un lago con unos patos y aves, el frío de la niebla y la tenebrosidad te invita a algo… El autor es un joven poeta que paga sus estudios trabajando como obrero, una persona que es atenta. Eduardo es amante de la música y su primera obra nos invita a reflexionar con humor, aquí los poemas son ensoñaciones, el escenario fue amenizado con la música del gallo Alfaro. El cierre fue emotivo, el poeta dio lectura de los poemas y al final hubo aplausos. Cabe destacar que a pesar de vivir tiempos de pandemia hubo cupo limitado, se respetaba la distancia y el uso de gel antibacterial.
