Opinión

LA TRISTE HISTORIA DE MEJÍA BERDEJA

Ricardo Mejía Berdeja jamás fue santo de mi devoción. Me parecía oportunista y, en muchas ocasiones, agresivo.

No me parece un hombre que ame nuestro estado -Coahuila-, y considero que esa debe ser una característica primordial para cualquier candidato.

Con todo y esto me mantiene en pena ajena la forma en que perdió el proceso interno en Morena, la manera en la que comenzaron a manifestarse en favor de Armando Guadiana los activos más importantes del partido.

Pero, si el mensaje no era recibido, el remate fueron las declaraciones del presidente AMLO donde deja en claro que el berrinche de Mejía puede ser llevado hasta donde él lo decida, pues nadie es indispensable dentro de su gabinete.

Fue mucho recurso el que Mejía invirtió, fueron más los enemigos que hizo en su muy precoz campaña, y nada bueno va a salir para él de este último año; hasta sin trabajo puede quedarse según dijo su jefe López Obrador. 

Ni hablar, Coahuila y Morena ya tienen candidato y se llama, una vez más, Armando Guadiana.