Lo cierto es que la inconformidad de ayer es similar a la de hoy, la Revolución Mexicana quedo inconclusa, hay deudas pendientes con el pueblo de México, se necesitan nuevos líderes que trabajen por el bienestar de la población; convendría reflexionar sobre el conformismo de jóvenes y adultos; la proeza del apóstol Francisco I. Madero trasciende a nuestros días, nos enseña a creer en los sueños y a defender hoy más que nunca la democracia. Esa libertad de elegir a los gobernantes que el pueblo necesita para el bien de la patria. Hoy con los insultos de los políticos hacia sus ideas, no es justo que la democracia sea motivo de traición. Madero tuvo un lema, que era no a la reelección. Confiaba en la democracia, Porfirio Díaz le hizo creer que tendría elecciones libres. Realmente la situación lo obligaba a tomar las armas, situación que fue difícil, finalmente el dictador huyó a Francia. La otra historia la conocemos.
Ante ello surgen las preguntas: ¿Qué estamos haciendo con nuestros sueños?, ¿Dónde están los Madero del siglo XXI?, ¿Qué es traición a la patria?, ¿Qué es la democracia en el Siglo XXI?
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