Lado B

8 formas de usar la sal

La sal es un gran aliado del hogar. Aunque parece útil solo para la cocina o la conservación de alimentos, también posee un enorme poder de limpieza, sumado a que es un producto ecológico que no utiliza químicos artificiales.

La sal es el ingrediente perfecto para ciertos problemas de limpieza en el hogar.

8 formas de usar la sol para limpiar la casa

1. Elimina la humedad: gracias a su contenido en magnesio, es una sustancia con capacidad para atraer el agua y, en consecuencia, absorber la humedad. Así, es un producto barato, eficiente y accesible para combatir el mal olor de los armarios.

Llena de sal uno o varios tarros (dependiendo del tamaño del armario) con la tapa perforada para que la sal pueda realizar su cometido, y lo introduzcas en el armario. Cuando la sal oscurezca, hay que renovar el tarro.

2. Limpia el horno: haz una mezcla en un recipiente con 1/2 litro de agua y 250 gr de sal. Con un trapo, extendé la mezcla por las paredes del horno, especialmente donde veas manchas o salpicaduras.

Dejá actuar el producto durante unos 20 minutos y aclará el interior del horno con la ayuda de una esponja o trapo húmedo. Si sigue emitiendo malos olores, mezcla 1/2 litro de vinagre con 250 gr de sal en una botella y agítalo hasta que se diluya y pulveriza las paredes del horno con la solución. Dejalo unos minutos y aclará con un trapo.

3. Quita grasa: llená el objeto en cuestión (pongamos la sartén, por ejemplo) de agua con sal. Cuando esté muy caliente, retirala y fregá como de costumbre. La grasa se eliminará sin dañar el antiadherente del fondo.

Si se te quemó un poco la sartén, también podés utilizar la sal para eliminar esas manchas sin cargarte su capa antiadherente. Echá un buen puñado de sal gruesa en la sartén y ponela a calentar; remové hasta que veas que lo quemado se va quitando. Después, fregá como de costumbre.

4. Ideal para la plancha de ropa: no es extraño que, por despistes o el propio uso, la superficie metálica de la plancha se queme y tenga manchas negras. El problema es que, además, ensucia la ropa.

Para solucionarlo, agarrá una tabla de cocina grande y extendé sobre ella un trapo o varios trozos de papel absorbente hasta cubrir toda la superficie. Sobre el trapo o los papeles esparcí la sal marina fina. A continuación, poné la plancha en marcha y, cuando esté caliente, frotala con energía, haciendo presión hacia abajo.

5. Elimina las manchas de la bañera: la cal del agua o los geles y shampoo de ducha pueden causar manchas complicadas. Un truco muy fácil, pero eficiente, es mezclar dos cucharadas grandes de sal con vinagre de manzana. Seguidamente, frota la superficie con una esponja que no ralle.

6. Deja las alfombras como nuevas: frotá las manchas con un poco de vino blanco. Acto seguido, espolvoreá un puñado de sal y dejá que actúe durante unos 10 minutos aproximadamente. Una vez pasado este tiempo, aspirá la sal.

También podés cubrir las manchas con sal gruesa, enrollar la alfombra y dejar que actúe durante varias horas. Después, eliminá la sal con la aspiradora. Así eliminarás las manchas y la desinfectarás.

7. Adiós a los redondeles negros de la cafetera: mezclá en partes iguales un poco de sal y vinagre de limpieza. A continuación, desmontá la cafetera y limpiá cada parte con una esponja de cocina. Enjuagá y listo; tendrás una cafetera por estrenar.

8. Vasos y copas sin cal: para despedirte del velo blanco que provoca el detergente o la cal, colocá en el vaso o copa dos cucharadas de bicarbonato, una de sal y agua caliente. Dejá que actúe durante unos 30 minutos y fregá el vaso o copa como hacés habitualmente.

Otro remedio casero para eliminar la cal es mezclar sal, agua y vinagre en partes iguales y aplicarlo por toda la superficie del vaso o copa. Dejalo reposar unas 24 horas, fregá y enjuagá hasta que la cristalería te deslumbre.