Fort-de-France, Martinica. – (Agencias) Todo comenzó con el movimiento de enfermeras y bomberos que rechazaban la vacunación obligatoria, hace dos semanas. Sin embargo, los bloqueos y la violencia continúan en las Antillas francesas.
En Saint-Martin, al norte del archipiélago, un agente de policía recibió un disparo en las piernas, mientras las fuerzas del orden intentaban evacuar un cadáver en una carretera, según la gendarmería.

En Guadalupe, continúan los «disturbios al orden público» según el prefecto, Alexandre Rochatte, que informó de concentraciones que pretendían bloquear las vías de circulación, incendios y saqueos.
Lo que llevó al prefecto decidir prolongar el toque de queda entre las 18:00 y las 5:00 horas hasta el 7 de diciembre en 21 ciudades, incluida Pointe-à-Pitre.
En Martinica, el toque de queda también se prolonga, pero hasta el 4 de diciembre.

El movimiento originado a mediados de noviembre en Guadalupe se terminó ampliando a profundas reivindicaciones sociales y económicas.
Según el Instituto Francés de Estadística (INSEE), un tercio de la población de Martinica vive por debajo del umbral de la pobreza, mientras que el costo de la vida es en promedio un 12% más caro que en la Francia continental.