Lado B

Correr para adelgazar

Para ello, es necesario armar un plan de entrenamiento, donde tengas establecidos ciertos aspectos para lograr una mejora semana a semana; por ejemplo, cuánto debes correr al día para bajar de peso.

Conoce los aspectos más importantes del running a la hora de adelgazar.

Beneficios del running

El running, al igual que cualquier actividad física que practiquemos, producirá cambios en el organismo humano a nivel físico, fisiológico y psicológico en un espacio de tiempo a corto, medio o largo plazo.

Siempre recuerda que, para conseguir los objetivos que te propongas en un determinado espacio de tiempo, debes acompañar la actividad física con otros factores, como la alimentación, las horas de sueño, el descanso, la liberación de estrés, entre otros.

Con un buen plan de entrenamiento puedes tonificar tu cuerpo, quemar grasa y evitar la flacidez ya que, cualquier actividad cardiovascular unida a un trabajo de fuerza y una dieta hipocalórica llevada a cabo por un profesional, pueden llevarnos al cumplimientos de un objetivo de pérdida de grasa.

Cuánto hay que correr para perder peso

No hay un margen estipulado en tiempo que caracterice la pérdida de peso como consecuencia de la actividad cardiovascular. Para poder establecer este parámetro, debemos atender a las cualidades y características de la persona, sus antecedentes previos, el objetivo que persigue, la intensidad a la que se produzca el entrenamiento, el método de entrenamiento que realice, la disponibilidad, y/o la carga repartida entre los días de la semana que esté disponible, entre otros.

Además, influye la distancia que corramos en nuestro objetivo de perder peso. Si bien no hay un parámetro de distancia que esté «bien o mal» para correr a diario y así, adelgazar, el objetivo de pérdida de peso es un todo que depende de todos estos aspectos, los cuales deben enlazarse para llegar a determinado objetivo.

Aquí también entra en discusión el gasto calórico, claramente asociado con algunos de los parámetros clave que mencionamos anteriormente, desde la la velocidad (ritmo o intensidad) al que seamos capaces de correr, la duración (tiempo), hasta la duración por estímulo (si es carrera continua o es interválico).

Cuanta mayor velocidad mantenida en un mayor tiempo de duración sería el aspecto más específico para la mayor quema de calorías. Sin embargo, la velocidad (ritmo o intensidad) y el tiempo en este sentido mantienen una correlación inversa (es decir que cuando una sube, la otra baja; y viceversa), por lo que hay varias opciones válidas en este caso: intensidades altas (en intervalos) en tiempos cortos, o intensidades bajas (continua) en tiempo largos.

Por su parte, la evidencia científica sí muestra un claro aporte mayor hacía la correlación de intensidades altas (en intervalos) con tiempos cortos de duración (lo que denominamos High Interval Intensity Training) para la quema de calorías y consecución de objetivos en un espacio menos de tiempo.

Consejos para empezar a correr y adelgazar

Antes de comenzar a correr, es necesario realizar una primera autoevaluación concreta de la situación en la que nos encontramos (sobrepeso, antecedentes de trabajo deportivo previo, disponibilidad horaria, alimentación, etc).

A partir de aquí sería conveniente trazar un plan que nos lleve a establecer un objetivo que sea realista, pero ambicioso. Lo más aconsejable será marcarse micro objetivos semanales que motiven y permitan ir consiguiendo nuestro objetivo en progresión ascendente.