Escribir es una actividad placentera, y más cuando te sientes identificado con las historias, William Faulkner es uno de los escritores más conocidos en el mundo literario, uno puede suponer que es un tipo complicado, pero una vez que das lectura a sus escritos, comprendes que detrás de ideología hay un hombre de naturaleza humilde que gustaba de describir las áreas rurales, le pone énfasis a los diálogos en familia. Ejemplo de ello lo demuestra el siguiente poema.
Hermosa tierra y hermoso cielo
y hermoso fue el aguacero
del sol y de lluvia en los manzanos
cuando yo aún dormía.
Y hermosa tierra y hermoso cielo
y hermosos serán la lluvia
y el sol entre los manzanos
cuando me haya vuelto a dormir, por mucho tiempo.
Faulkner es un escritor sencillo de leer, en sus trazos puedes interpretar que es un hombre libre de preocupaciones, pienso que gustaba de contemplar la luna en cada noche, lo anterior me hace especular que escribía para dejar una huella y no morir entre sus lectores.
El estado de Coahuila es grande en territorio, Saltillo es su ciudad capital y se encuentra cercana a las montañas de Arteaga, una ciudad de enorme belleza por sus impresionantes bosques de paisajes y pinos verdes, que maravillan y encantan. Si existe algo de lo que se puede presumir es el clima, el amanecer y los atardeceres de la sierra de Arteaga.
Los pobladores que habitan en los ejidos de Arteaga, son conscientes del privilegio que les concede la naturaleza, pero observamos que sus pobladores abandonan los ranchos, en busca de mejores condiciones de vida. Pudiéramos pensar que la cosecha de manzanas les ayudara en su economía, pero tristemente el campo requiere de más responsabilidad de todos.
William Faulkner y la naturaleza de Arteaga, escritor y ciudad, son dos conceptos que van de la mano, al escritor le gusta escribir o leer en lugares apacibles y de belleza natural, en ese sentido para leer a Faulkner o para escribir, es indispensable un lugar ideal, Arteaga reúne esos requisitos que el buen escritor necesita para inspirarse.
