Internacional

La constitución más progresista del mundo a votación

Las manifestaciones y mítines de partidarios y detractores se han multiplicado en la recta final de la campaña

Santiago, Chile. – (Agencias) Los ciudadanos de Chile irán a las urnas el próximo domingo para decidir si adoptan la constitución que ha elaborado durante este año la Convención Constitucional, con un claro talante progresista. De aprobarse, la nueva ley fundamental sustituiría a la actual, que proviene de la dictadura de Augusto Pinochet y es origen de gran parte de las grandes desigualdades que tiene hoy el país.

Los sondeos muestran, por ahora, una ventaja de los partidarios de rechazar el texto, que están cerca del 50%, mientras que un 40% opta por la aprobación y un 10% de los chilenos todavía está indeciso.

Las manifestaciones y mítines de partidarios y detractores se han multiplicado en la recta final de la campaña. La propuesta de texto constitucional reconoce, entre más cuestiones, el derecho de aborto, los derechos LGBTI, la autodeterminación de los pueblos indígenas y los derechos ambientales, de modo que los blindaría constitucionalmente.

Los grupos organizados que van por el «No» son, principalmente, la derecha, que incluye plataformas religiosas y y organización antiaborto, y una parte de la centroizquierda, que considera que la propuesta es “radical” en algunos puntos, como el hecho de declarar el estado plurinacional, eliminar el senado y que el estado tenga una mayor presencia, lo que consideran que causaría un freno a la economía y la llegada de menos inversiones.

En cambio, los que apoyan el “Si” a adoptar el texto consideran que es un momento histórico, con la posibilidad de dejar atrás la herencia de la dictadura. La izquierda, tanto partidos como organizaciones, que ahora gobierna el país y tiene una mayoría clara en la Convención Constitucional, encabeza la campaña del sí, con el objetivo de dirigir el país a “un nuevo Chile” que garantice los derechos sociales y ambientales. De hecho, la fecha de la votación, el 4 de septiembre, es un gesto en recuerdo del ascenso al poder de Salvador Allende, ese mismo día de 1970.

En cualquier caso, ambos grupos han tenido una actitud favorable al consenso. Los defensores del ‘no’, salvo el partido de extrema derecha del candidato presidencial José Antonio Kast, optan por una nueva reforma constitucional, pero están de acuerdo que la actual debe ser reformada por considerarla mala. Por su parte, el presidente, Gabriel Boric, adelantó que es partidario de reformar los artículos más polémicos si se adopta la constitución surgida de la Convención Constitucional.

Así pues, sea cual sea el resultado, la reforma constitucional no ha terminado y continuará tras el referéndum. El actual proceso constituyente se originó a raíz de las protestas y movilidad social de octubre de 2020 y de un referéndum en el que un 80% de los votantes optó por redactar una nueva constitución y dejar atrás la ley fundamental escrita por la dictadura.

El primer capítulo del texto constitucional, sobre la democracia paritaria, establece que el Estado reconoce y promueve una sociedad en la que “mujeres, hombres, diversidades y disidencias sexo-genéricas participan en condiciones de igualdad sustantiva” y encarga que el Estado garantice la participación e incidencia política de todos, especialmente de los grupos históricamente excluidos.

Gabriel Boric

El texto también ha sorprendido porque hace un reconocimiento constitucional de los derechos de la naturaleza, y establece que el estado y la sociedad tienen el deber de protegerlos y respetarlos. «El estado debe adoptar una administración ecológicamente responsable y promover la educación ambiental y científica con procesos de formación y aprendizaje permanentes», dice, y estipula que debe tomar acciones para combatir la crisis climática.