Estocolmo, Suecia. – (Agencias) En una victoria, que sin duda cambiará la política sueca y su reputación como refugio de ideales progresistas y pluralistas, una coalición de toda la gama de derecha de Suecia, desde la extrema hasta la centroderecha, derrotó por estrecho margen a la alianza gobernante de centro izquierda, encabezada por el Partido Socialdemócrata de Suecia, de la primer ministra Magdalena Andersson.
La victoria de la coalición se produjo después de que el Partido Demócratas de Suecia (SD), un partido de extrema derecha que se ha basado en un discurso antinmigrantes y que en un momento fue marginado por los demás partidos, recibió un fuerte apoyo convirtiéndose en el segundo partido más grande de la legislatura electa.
La coalición de la derecha sueca, encabezada por el legislador extremaderechista Jimmie Akesson del SD y formada por el Partido Moderado, Demócrata Cristiano y Liberal, obtuvieron 176 escaños, según el último recuento, lo que les da la ventaja de tres escaños sobre la coalición de centro izquierda, encabezada por el Partido Socialdemócrata de la exprimer ministra Magdalena Andersson, quien presentó su renuncia tras la derrota. Toda vía podría pasar semanas para la formación de un gobierno. “Es hora de hacer que Suecia vuelva a ser buena”, escribió Akesson en Facebook.
La elección, de acuerdo con el medio estadounidense The Washington Post, ya ha modelado el discurso político de Suecia, aumentando la retórica antinmigrantes y la mano dura contra el crimen en la principal corriente política y profundizando los temores de una “americanización” o polarización de la política sueca.
La extrema derecha europea reaccionó con satisfacción el triunfo del SD. Marine Le Pen, la dirigente de extrema derecha francesa, tuiteó “¡En todas partes de Europa, la gente aspira a recuperar su destino en sus propias manos!”.
Este viraje en la ideología política por parte de Suecia podría también dar forma a una nueva posición en el concierto mundial a media que trabaja con occidente en la guerra de Ucrania, busca la membrecía de la OTAN y asume la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE) en 2023.
“Cuando te aferras al poder con un escaño, es causa de inestabilidad”, dijo Eric Adamson, gerente de proyectos de la oficina del norte de Europa del Atlantic Council en Estocolmo. “Esto puede dificultar que Suecia asuma un papel de liderazgo en el norte de Europa, en la UE o en la OTAN”.
El SD ganó apoyo entre los suecos al exponer su programa de 30 puntos contra el crimen, particularmente contra la creciente tasa de violencia armada, donde establece las leyes más duras contra los migrantes de toda la UE, culpándolos de la violencia, donde se establece que se podría negar el asilo por motivos religiosos, por ejemplo, o cuestiones de género o de identidad sexual.
En Suecia, la cuestión migratoria no era problema político importante hace décadas. La gran afluencia migratoria de 2015 comenzó a cambiar eso. El país en ese momento acogió a 150,000 de ellos, provenientes de Irak, Afganistán o Siria. En los años que siguieron, los problemas de seguridad han aumentado las preocupaciones sobre la inmigración y su integración que ha pasado a ser primer tema.
Formado en 1988 por extremistas de derecha y neonazis, los Demócratas de Suecia no lograron obtener los suficientes votos para ganar escaños en el parlamento si no hasta 2010. Después de ese avance, los líderes comenzaron a excluir a los miembros más extremistas del partido. Otros partidos y los medios de comunicación se han mantenido alejados del SD, negándose a hablar con él o darle una plataforma. Pero el apoyo al partido creció rápidamente en los últimos doce años, culminando con su elección el domingo.
Boicoteado durante tanto tiempo por los principales medios de comunicación, el partido ha desarrollado sus propios sitios de noticias en línea y es extremadamente efectivo en las plataformas de redes sociales como Facebook y YouTube, de acuerdo con The Washington Post.
